Las consecuencias negativas de la pandemia resultan obvias y van más allá de lo sanitario, traspasando al ámbito económico y social. Los jóvenes son uno de los colectivos que se ha visto una vez más perjudicado por una crisis que ha dejado a muchos sin empleo.

Y es que, tal y como recogió este diario, esta situación de desempleo la comparten en la actualidad 9.269 menores de 30 años en la provincia de Castellón, lo que supone un 25% más que hace un año.

Un escenario que, en algunas ocasiones, obliga a estas personas a tener que recurrir a la caridad y las aportaciones que realizan organizaciones benéficas para cubrir necesidades básicas como la alimentación.

El propio presidente del Banco de Alimentos de Castellón, Santiago Miralles, alerta de que «hemos notado en los últimos meses una mayor demanda en especial de familias jóvenes, de entre 20 y 30 años, que recurren a nosotros al estar sin empleo», a la vez que confiesa que «esto es lo que más me preocupa».

Duplican el reparto de víveres

Y es que, la necesidad en general se ha disparado por la pandemia. El Banco de Alimentos de la provincia cerró diciembre habiendo repartido más de 100.000 toneladas de víveres entre todas las entidades con las que colabora. «No tiene nada que ver con otros años recientes, es casi el doble», explica Miralles, quien asegura que la demanda «se está desmadrando» en la zona.

A este elevado volumen hay que sumarle además otros 40.000 euros concedidos directamente a los beneficiarios en forma de tarjetas-monedero para gastar en el consumo de alimentos en los supermercados, a modo de alternativa al método habitual de entrega para evitar aglomeraciones y el manipulado de los alimentos por la crisis derivada del coronavirus.

Vías de colaboración

Mientras, ante la dificultad este año para llevar a cabo campañas solidarias en las que recaudar fondos, la Federación Española de Banco de Alimentos (Fesbal) ha habilitado un portal web en el que se pueden realizar donaciones de diversos importes.

Además, el proyecto Nadie sin su ración diaria explora en la provincia la implantación de un sistema digital de aportaciones directas en las instalaciones de las tiendas de alimentos para favorecer así la integración social.