Nuevo parón en la campaña de vacunación, pero esta vez por la falta de dosis disponibles. La provincia de Castellón ha administrado ya 12.675 inyectables, los últimos 1.000 durante cuatro días. Esta semana el envío de vacunas de Pfizer, por parte del Gobierno central, de acuerdo a lo estipulado a cada comunidad autónoma, se ha visto reducido por problemas logísticos de la farmacéutica, por tanto, las vacunas disponibles se están reservando para asegurar la segunda dosis a los usuarios y trabajadores de las residencias que fueron vacunados a finales de diciembre.

Según cálculos de Sanidad, durante estos días prevé administrar unas 5.000 vacunas en la provincia, donde prácticamente la totalidad del personal sanitario, cerca de 8.000 profesionales, han recibido ya la primera inyección.

Tras el retraso en el arranque de la inmunización, a pesar de tener dosis almacenadas en los utracongeladores, lo que generó una ola de críticas que llevó a Sanidad a acelerar el proceso y pasar de estar entre las autonomías a la cola de España a liderar el proceso, ahora se produce otra ralentización por la escasez de vacunas.

El Gobierno central ya rechazó la petición del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de remitir a las comunidades que más vacunan un mayor numero de dosis, pero la realidad es que si los inyectables siguen llegando a cuenta gotas será imposible conseguir en verano la inmunización de un 70% de la población. Y es que cada vez son más las voces críticas con la actitud conservadora de la Unión Europea a la hora de adquirir las vacunas.

Como informó ayer Mediterráneo, tras administrar la segunda dosis a residencias y personal sanitario, serán los grandes dependientes los próximos a inmunizar. Esto supone cerca de 8.000 castellonenses, aunque algunos de ellos ya lo están al vivir en residencia. Ayer la Conselleria de Igualdad informó de que ya está cruzando datos con Sanidad sobre las personas a vacunar.