No hizo falta apurar los plazos, y esta semana ya se ha firmado una nueva ampliación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Una de las principales fórmulas empleadas por las empresas para hacer frente a las dificultades generadas por la crisis del coronavirus, que de esta manera se podrán mantener hasta el 31 de mayo. Los agentes sociales de Castellón muestran su conformidad, aunque ya avisan de que será necesario plantear una nueva prórroga. Sindicatos y patronal están de acuerdo, si bien con matices diferentes.

El responsable de Comisiones Obreras en la provincia, Albert Fernández, está conforme con el nuevo plazo de protección, y añade que debería «ampliar su vigencia hasta que llegue el final de la pandemia, para evitar despidos masivos, especialmente en los negocios más afectados, como la hostelería o el comercio». Desde UGT, Francisco Sacacia coincide en «alargar los ERTE mientras dure esta situación para mantener los puestos de trabajo».

Mientras, la patronal autonómica, la CEV, reunió ayer a su comité ejecutivo y defendió que la prórroga de los ERTE «seguirá siendo necesaria para todos los sectores mientras existan restricciones que limiten su actividad». Un panorama que se ha ido incrementando en las últimas semanas, y que desde esta misma semana se traduce en el cierre total de la hostelería en la Comunitat, así como a la reducción de horarios en el comercio no esencial.

Tanto el incremento de casos de covid-19 en esta tercera ola como las limitaciones en parte del tejido económico «generan incertidumbre», y por ello defiende la CEV que deben «arbitrarse ayudas directas» para salvaguardar la solvencia de empresas y autónomos. Además, reclaman que se acelere el proceso de vacunación, una política fiscal «dirigida a apoyar a los agentes económicos generadores de empleo» y agilizar proyectos a financiar con fondos europeos.

Castellón llegó a tener a más de 40.000 personas acogidas bajo esta fórmula, de las que más del 90% lograron recuperar su actividad laboral. Según los datos del Ministerio de Seguridad Social, el número de empleados en ERTE en la provincia era, el 31 de diciembre, de 3.720 personas. Es uno de los mejores datos del país, pero tras varios meses de descensos continuos, en diciembre se dio un repunte de 316 personas. El efecto de las limitaciones en la hostelería tuvo mucho que ver.

Autónomos

El colectivo de autónomos también ha recibido de manera positiva la continuidad de los ERTE, justo en un momento en el que los malos datos epidemiológicos vuelven a hacer temblar unos cimientos económicos lo suficientemente tocados. Pero la asociación Autónomos Unidos para Actuar (AUPA) considera que se necesitan mayores garantías «para que su futuro no esté abocado al cierre ya que las medidas extraordinarias que ha adoptado el Gobierno, desde el inicio de la pandemia hasta las últimas prórrogas, dejan fuera a buena parte del colectivo, que cuenta con más de tres millones de trabajadores por cuenta propia». De ellos, unos 40.000 son de Castellón. Al menos, han conseguido una de sus pretensiones, como la rebaja del 75 al 50% del baremo de pérdidas para poder optar a la prestación por cese de actividad. Su equivalente a subsdidio de paro.

El dilema del empresario: más suspensión o despido

El acuerdo nacional para dar continuidad a los ERTE se saldó sin apenas variaciones respecto a la dinámica seguida desde que se puso en marcha este sistema, aunque la patronal CEOE quiso introducir cambios en las condiciones para extinguir contratos. Según la normativa, las empresas que se acogen al paro temporal asumen un compromiso según el cual no pueden proceder a despidos en un plazo de seis meses desde la finalización de la regulación temporal de empleo.

De lo contrario, no solo perderían las bonificaciones en cuotas de la Seguridad Social de los despedidos, sino de toda la empresa en su conjunto. Finalmente, la patronal ha optado por recular en esta pretensión, al menos durante unos meses, a cambio de mejorar algunas exoneraciones. Pese a ello, la CEOE defiende ajustes si las tensiones de liquidez son insalvables.

La presidenta del Colegio de Graduados Sociales de Castellón, Amparo Máñez, afirmó que hay empresarios de la provincia que ya verbalizan el dilema «entre volver a los ERTE o reducir plantilla; se trata de aquellos que ya se acogieron a un paro temporal y volvieron a la actividad hace más de seis meses». Al haber transcurrido ese tiempo no se le aplicaría la cláusula de salvaguarda. «Sobre todo se da en hostelería, ocio o gimnasios», añadió. En cambio, segmentos más dañados como agencias de viajes no podrían, ya que no han tenido la oportunidad de levantar un ERTE desde marzo.