Ramón Vilarroig es el presidente del TEAM de Castelló y profesor titular de Derecho Financiero y Tributario en la Universitat Jaume I. Durante el año 2020 ha realizado una estancia de investigación en la Universidad de Dokkyo en Japón donde ha analizado la figura del furusato noozei (impuestos en la ciudad natal), una fórmula que podría adaptarse a Castellón.

--¿Qué es el ‘furusato noozei’?

-El éxodo rural y la voluntad de colaborar con los municipios que han invertido recursos en el desarrollo del ciudadano están en el origen de la creación de la figura del furusato noozei . Japón, para afrontar los retos que plantea esta situación, tiene un modelo tributario basado en el Impuesto Local sobre el Residente junto a un sistema de transferencias a las administraciones locales, en virtud del cual se transfieren parte de los impuestos nacionales a los gobiernos locales que carecen de ingresos fiscales suficientes para seguir funcionando. Desde el 2008 se ha añadido el furusato noozei , que se puede traducir como el «impuesto en la ciudad natal», y es un modelo de crowdfunding en el que los ciudadanos pueden hacer donativos a determinados entes locales a cambio de obtener una deducción fiscal en el Impuesto sobre la Renta y en el Impuesto local de residentes.

--Una forma de apoyo a las zonas menos pobladas.

-Dependiendo de la modalidad del furusato , también pueden recibir un regalo, a elección del donante, proveniente de donde hayan realizado la donación. En la provincia de Castellón (aunque también en el resto de España) se sufren similares problemas de envejecimiento de la población y éxodo de zonas rurales, lo que conocemos como la España vacía o vaciada. Pero esa España que languidece está viva y existe, y debemos prestarle la atención que merece.

--¿Cuáles son las principales ventajas de su aplicación?

-Las ventajas del furusato noozei son varias. En primer lugar, fomenta la economía en los municipios y desincentiva que la población abandone los núcleos rurales. Para evitar este éxodo rural, la ciudadanía que reside en municipios más pequeños debe poder desarrollar un plan vital con unos servicios mínimos que garanticen un nivel de vida conforme a las necesidades de los ciudadanos. Esto es, debe haber futuro para la zona, unos servicios de educación, de sanidad y sociales o, al menos, una red de comunicación lo suficientemente buena que permita desincentivar el cambio de residencia. Se pretende que el furusato se constituya en un mecanismo que, al menos, mitigue el constante éxodo que están sufriendo.

--¿Qué otras virtudes se podrían destacar?

-Se añade la posibilidad de atraer turismo interior con el objetivo de dinamizar y potenciar la zona. El 70% de los donantes que participan en este modelo han mostrado su voluntad de visitar las zonas donde han realizado la donación. El furusato ha servido también para que municipios que pudieran tener una economía deteriorada por la falta de consumo o por no poder hacer llegar su producto al cliente más allá de sus convecinos, amplíen el número de consumidores.

--También se emplea como mecanismo de solidaridad.

-La solidaridad es una actitud que puede verse favorecida con la implantación del furusato noozei . De hecho, en Japón hay dos hitos muy importantes, el terrible terremoto de Fukushima en 2011 y el de Kumamoto en 2016. La sociedad japonesa, con el sentimiento de unidad y grupo que le caracteriza, dio grandes muestras de solidaridad al solicitar productos de dichas zonas. En la actualidad, el furusato se ha adaptado para promover acciones contra la covid-19. Por ejemplo, en la ciudad de Kitakyushu se ha implementado un procedimiento para recibir donaciones con la finalidad de dar apoyo al personal médico, así como para ayudar a las empresas que debido a la crisis económica que la pandemia está generando, están gravemente dañadas.

--¿Es un modelo trasladable a Castellón?

-A la hora de trasladar figuras jurídicas de un territorio a otro hay que tener cuidado y analizarlas muy detalladamente. El modelo del furusato noozei está diseñado y pensado para una estructura territorial, social y jurídica japonesa; sin embargo, me parece muy interesante y posible profundizar en la idea de utilizar mecanismos de crowdfunding para luchar contra la despoblación de las zonas rurales y, actualmente, contra la pandemia, a la par que se puede mejorar la financiación de los entes locales.

--¿Qué dificultades habría?

-Entre las dificultades encontraríamos la inexistencia en España de un impuesto local similar al Impuesto sobre el Residente Japonés, con lo que para trasladar el furusato habría que implicar a la Administración Autonómica y Estatal. Sin embargo, tanto en Japón como en España es legalmente posible realizar donaciones y que éstas gocen de ventajas fiscales. Durante 2020 hemos visto en España muchas iniciativas que han promovido la realización de donativos que se iban a destinar a la lucha contra la pandemia. Estoy convencido de que España es un país solidario donde una figura como el furusato tiene cabida, con los ajustes normativos precisos.

--¿Qué otros aspectos fiscales o financieros de Japón podrían ayudar a la economía provincial?

-La estructura territorial y financiera de Japón es muy diferente a la de España. Mientras que en España tenemos 17 comunidades autónomas, 50 provincias y 8.131 municipios; Japón cuenta con 47 prefecturas y 1.718 municipios. Desde el período Meiji (año 1888) la cifra se ha ido reduciendo hasta los 1.718 actuales. Este proceso ha permitido a Japón configurar una estructura financiera y fiscal a partir de una estructura territorial que ha ido concentrando y simplificando. Los municipios tienen una cierta potestad legislativa y cuentan con un Impuesto sobre el Residente que les proporciona suficiencia financiera. En mi opinión, este proceso de concentración y simplificación deberá hacerlo España junto a una reforma del sistema tributario local.

--Castelló está hermanada con la ciudad japonesa de Ube. ¿Qué beneficios pueden surgir?

-Japón es la tercera potencia económica mundial y que Castelló esté hermanada con Ube puede favorecer las relaciones entre ambos territorios en muchos ámbitos, como el comercial, económico, social, académico o cultural. El mercado japonés es muy exigente y las administraciones públicas están, con el hermanamiento, tendiendo puentes para favorecer el intercambio entre ambos territorios. Castelló tiene mucho que ofrecer, una potente industria azulejera, unos exquisitos productos de la tierra y del mar, una gran tradición y cultura que pueden favorecer el turismo. Asimismo, debemos estar abiertos a aprender de lo que Japón nos puede ofrecer, como una distinta pero exquisita gastronomía, su incuestionable avance tecnológico y, como en el caso del furusato noozei , unas instituciones que pretenden solucionar retos que también nosotros enfrentamos.

--¿Cómo ha sido el impacto de la pandemia del covid en Japón?

-La pandemia ha sido un problema de tal magnitud que ha puesto y está poniendo al límite el sistema de todos los países. Y aunque el mal es global, la respuesta de cada estado está siendo diferente. En este sentido, la repercusión de la enfermedad en Japón es muy inferior que en el nuestro. Ciertamente, en la cultura asiática están acostumbrados a llevar mascarilla para evitar contagiar a los demás o para prevenirse de alergias, y tienen reglas sociales distintas de las españolas a la hora de saludarse y confraternizar. Sin embargo, aunque estos hechos habrán ayudado a evitar la expansión de la pandemia, hay que analizar otras medidas y actuaciones. En breve, se publicará un libro donde, entre otros temas, analizo, junto a otros compañeros, la diferente incidencia de la pandemia en España y Japón. H