La Universitat Jaume I así como el resto de universidades públicas de la Comunitat acordaron este martes reducir al mínimo la presencialidad en la docencia en el inicio del segundo semestre. En cambio, en la enseñanza obligatoria las asociaciones de padres de la escuela pública de Castellón reclaman que los colegios sigan abiertos porque son seguros. Mientras, los sindicatos docentes demandan más medidas para garantizar la seguridad en las aulas.

En el caso de la Jaume I, los exámenes del primer semestre, que arrancaron el día 19 de enero y concluirán el miércoles 3 de febrero, se mantendrán tal y como estaban programados, es decir, algunos en evaluación continua, otros on line y otros presenciales.

Sin embargo, a partir del jueves 4 de febrero, fecha en que comienza el segundo semestre y durante todo ese mes, se optará por la mínima presencialidad. Esto es: todas las clases teóricas serán en línea y las prácticas que se puedan desarrollar telemáticamente también, salvo aquellas que el docente considere que deben ser físicas, porque precisan de laboratorio o un trabajo presencial de alumno con el profesor.

La presidenta del Consell de l’Estudiantat, Laura Alcaide, considera que «debe optarse por la mínima presencialidad posible, pero se debería haber hecho de forma previa, se decir, haberse aplicado en exámenes».

EXÁMENES

No obstante, las autoridades sanitarias y los responsables de las universidades, reunidos ayer con la consellera del área, Carolina Pascual, sostuvieron que «las pruebas de evaluación se están produciendo sin incidencias, evidenciando, una vez más, que las aulas son espacios seguros».

¿Por qué entonces este cambio en la docencia? Desde la Conselleria de Universidad argumentan que así se da cumplimiento a las medidas de restricción de la movilidad adoptadas por Generalitat.

«A diferencia de los exámenes, en los que la concentración está acotada en el tiempo y el volumen de personas en los campus, la docencia implica un mayor volumen de desplazamientos», señalaron las mismas fuentes. En ese sentido, el acuerdo alcanzado permitirá reducir estos dos aspectos, movilidad y presencia de estudiantes en las universidades.

EDUCACIÓN OBLIGATORIA. SIGUEN CLASES PRESENCIALES

Por contra, el debate sigue en la enseñanza obligatoria. La federación de asociaciones de padres mayoritaria en la pública Fampa Castellón, reitera que las aulas continúan siendo el ámbito más seguro y, por tanto, deben permanecer abiertas porque los contagios se producen fuera de los centros educativos. En todo caso, considera que los protocolos en los ámbitos donde se producen los contagios, especialmente el social y el laboral, apliquen las restricciones con la misma eficacia, responsabilidad y eficiencia que lo están haciendo los centros educativos gracias al profesorado, al alumnado y a las familias.

Justo este martes se comunicaron dos brotes en el ámbito educativo en Vila-real, con 17 y 14 casos cada uno; otro en Vinaròs(4) y otro en Onda (7).

Sin embargo, los sindicatos reclaman mejoras. El STEPV señala que, como publicó Mediterráneo, las bajas docentes se han intensificado estos días. Por ello, opina que deberían cerrarse los centros o las aulas que no tienen suficiente profesorado para mantener los protocolos y los planes de contingencia y pide instrucciones concretas.

Por su parte, CSIF urge a confinar aulas, sean burbuja o no, en cuanto aparezca algún caso positivo y a garantizar que a todo el alumnado y profesorado de esa clase se le hace PCR antes de la vuelta. La FAMPA también solicita agilizar las PCR.