Los hospitales de Castellón están resistiendo la asfixiante presión por el aumento incesante de ingresos sin tener, apenas, por el momento, que recurrir a la sanidad privada. Y lo hacen pese a aluvión de casos, como ocurrió ayer cuando se marcó un nuevo récord diario con 1.295 contagios o lo que es lo mismo casi un positivo cada minuto.

En esta tercera ola con casi el doble de hospitalizaciones que durante la pasada primavera el Hospital General, la Plana y el Comarcal de Vinaròs solo han remitido al Hospital Vithas Castellón, el único centro privado de la provincia, a 12 pacientes, una cifra muy inferior si se compara con las derivaciones durante la primera ola que llegaron a 120 enfermos. De estos, la mayoría no estaban afectados por el covid-19, pero requerían una intervención urgente por cualquier otra dolencia.

Actualmente, hay ingresados en los tres hospitales 467 personas por covid, lo que supone que ya ocupan una de cada dos camas. La situación de sobrecarga es una realidad en los tres hospitales, pero es más acuciante en el de Vinaròs por sus pequeñas dimensiones. Allí ya se han empezado a colocar dos camas por habitación para enfermos covid, después de que la Conselleria de Sanidad aconsejara esta medida en una reciente directriz sobre medidas organizativas ante la falta de espacio, como informó Mediterráneo.

Colocar dos pacientes covid en una misma habitación, disponer camas en dependencias que no se emplean y derivar pacientes no covid a otros hospitales, especialmente al Provincial, que está libre de coronavirus, son mecanismos incluidos en los planes de contingencia que cada departamento de salud diseñó a raíz de la primera ola para garantizar una mejor atención sanitaria en futuras oleadas, como la actual.

Hospital de campaña

A estos recursos se añade también el hospital de campaña, que comunica directamente con el General con una capacidad máxima para cerca de 180 camas y que ya cuenta con una decena de ingresados leves. De todos modos, la función que realiza esta instalación es similar a la que hicieron el Hotel Luz de Castelló y el Centro de Tecnificación Deportiva de Vila-real durante la pasada primavera.

La sanidad pública está intentando redoblar esfuerzos, pero los sindicatos médicos advierten de que no es suficiente con más medios sino se dispone del personal que se requiere. Con las bolsas de médicos y enfermeras agotadas, la Conselleria de Sanidad ha puesto en marcha un plan de choque para que los sanitarios que voluntariamente lo desee puedan hacer cupos de cinco horas en los hospitales fuera de su jornada laboral a cambio de una retribución extra.

«Estamos muy cerca del tope asistencial, no puede haber una falsa percepción de que hay capacidad para seguir absorbiendo pacientes», afirmó el portavoz en Castellón del principal sindicato médico, CESM-CV, Alejandro Calvente. «No se pueden maquillar los datos y la realidad porque igual tiene algún beneficio político, pero ninguno a nivel sanitario», remarcó. Justo ayer este sindicato médico advertía de la «crítica» situación sanitaria que atraviesa la Comunitat es equiparable a la sufrió Madrid durante la primera ola de la pandemia.