El cierre perimetral de Vila-real establecido a partir de las 15.00 horas obligó a cientos de trabajadores y a familias enteras a hacerse con los justificantes necesarios para evitar que los cuerpos de seguridad les sancionaran en el caso de querer salir o entrar a la ciudad, en la mayoría de los casos para ir al trabajo o regresar a casa una vez cumplido el horario laboral.

En este supuesto se encuentran, por ejemplo, Pascual Moliner, jardinero de profesión y responsable de su empresa familiar; y Félix Torres, encargado en una mercantil de productos de construcción. «Si el trabajo del viernes se alarga por cualquier causa, el cierre a las tres de la tarde nos puede pillar fuera de Vila-real o volviendo ya a casa, por lo que necesitamos algún tipo de salvoconducto, explica Moliner. Por su parte, Torres reside en la Vall d’Uixó, por lo que necesita un justificante para regresar a casa cuando acaba la jornada a las 18.00 horas.

Una situación más compleja es la que vive desde ayer María José Jurado quien, aunque vila-realense de nacimiento, reside en Onda. Ella trabaja en Vila-real, donde dos de sus hijos van a la escuela y al instituto; y la mayor estudia en la Escuela de Hostelería de Castelló, por lo que requiere de cuatro justificantes. H