La crisis en el Acord de Fadrell motivada por la aproximación del PSPV a Ciudadanos sigue abierta y a la espera de la reunión del lunes, en la que los socios del gobierno local se sentarán «a hablar» para intentar resolver los desencuentros que han vuelto a surgir en su seno. El último de ellos fue a finales del 2019 y obligó a un reseteo del Acord, con la creación de una comisión de seguimiento en la que estaban representadas las tres formaciones, tanto a nivel municipal como de partido.

Las posturas siguen distantes. Si el portavoz de Podem, Fernando Navarro, acusó a los socialistas de desleales por ir de la mano con Ciudadanos en el pleno del jueves, ayer un conseller de Compromís, el castellonense Vicent Marzà, quiso dejar claro que «un pacto de centro-derecha penalizaría a Castelló, por lo que reiteró la apuesta de Compromís por las políticas de izquierdas». «Y un ejemplo de ello es que esa aproximación a la derecha ha hecho que se reduzca el suelo educativo».

«SE DESPISTAN»

«Cuando uno tiene un acuerdo tiene que trabajar dentro del mismo y Compromís estará al lado de lo que sea mejor para los castellonenses», afirmó Marzà, quien denunció que los socialistas «están despistándose de la acción de gobierno y de lo que realmente importa, que es dar solución a los ciudadanos». «No veo con preocupación este acercamiento y tendrían que estar centrados en otras cuestiones, como es la crisis sanitaria», prosiguió.

Por su parte, el concejal José Luis López, quien no quiso hacer declaraciones al respecto como portavoz del equipo de gobierno, sí que advirtió que «depende de los tres partidos que el Acord de Fadrell no corra peligro en el Ayuntamiento de Castelló», por lo que apostó por la necesidad de «sentarse a hablar y llegar a un consenso entre todos, porque es normal que haya diferencias dentro de un equipo». Una afirmación, esta última, compartida también por el nacionalista.

Este flirteo entre el PSPV y Ciudadanos ha encendido la llama en los socios de gobierno de los socialistas pero no es la primera vez que los tres partidos han tenido un enfrentamiento a nivel interno y que ha llegado a ser público. El voto a favor de Compromís, junto al bloque de la derecha, para que se convocara la Asamblea de Fiestas o el bloqueo de los podemitas al presupuesto del 2020 hasta que se incluyó la plaza de ingeniero agrónomo, tal y como querían los morados, son dos ejemplos de las discrepancias del Acord.