Cumple tres años como líder provincial del PSPV, y en el 2021 deberá preparar el próximo congreso. En esta entrevista, Ernest Blanch pasa revista a la situación del partido y la política provincial.

-En el 2020 no hubo procesos electorales y el coronavirus dominó todas las facetas de la vida. ¿Ha sido muy difícil hacer política de partido en esas condiciones?

Ha cambiado la manera de afrontar la vida de todas y todos nosotros, también en el ámbito político. Pero estoy muy contento de cómo nos adaptamos. Desde el minuto cero nos lanzamos a las reuniones on line. No se ha dejado nunca de hacer ningún acto. También nuestra generación, más usuaria de nuevas tecnologías, ha permitido esa normalidad. Respecto al ámbito externo, hemos incrementado reuniones on line con gente de diferentes ámbitos.

-¿Qué propósitos se marcó usted hace 12 meses para el PSPV provincial y qué asuntos están pendientes por culpa del virus?

Nuestra idea siempre ha sido estar mucho más en el territorio, conociendo necesidades, explicando todo lo que hacemos y acercándonos más a la ciudadanía. Teníamos actividades en muchos municipios que, obviamente, no se han podido desarrollar.

-Ya hay que preparar los congresos. El provincial debería ser este año pero con el Federal en octubre, el de País después, lo lógico es que se retrase al 2022. ¿Aspira usted a renovar su cargo de secretario general de Castellón?

Estar al frente de un partido en estos momentos es toda una responsabilidad. Queda todavía un año de duro trabajo y para mí es todo un honor contribuir, junto a la ejecutiva, a que el PSPV siga siendo el partido que más está haciendo por la ciudadanía en todas las instituciones donde gobierna. El progreso de la provincia de Castellón es lo más importante. Respecto al futuro, fuerza y ganas no me faltan, y estoy muy contento del equipo que tengo a mi lado. Estoy dispuesto a seguir trabajando en esa línea, al frente del partido, si la militancia así lo considera. Aunque los procesos están aún muy lejos. Pedro Sánchez ha sido muy prudente con las fechas, para que no haya riesgos para la salud.

-¿Cree que alguien querrá disputarle el mando como ocurrió hace tres años?

Llevo mucho tiempo militando y en la práctica totalidad de los procesos orgánicos que he vivido, a todos los niveles, siempre se han presentado varias candidaturas. Hace mucho tiempo que no hay liderazgos indiscutidos, y eso es positivo para la organización, porque siempre se aportan ideas y propuestas que nos hacen crecer. Porque son los militantes quienes deben escoger a quien les representa, y mi obligación como actual secretario general es garantizar el derecho, de cualquiera que así lo desee, a poder ser elegido. No lo entendería de otra manera.

-Antes del cónclave provincial tiene que ir el de País, en el que Ximo Puig aspira a revalidar el cargo de secretario general. ¿Tiene Puig su aval para renovar el cargo?

Ximo Puig siempre ha tenido mi aval para todos los cargos a los que él se ha presentado como candidato, considero --y ha demostrado-- ser un gran líder allí donde ha estado, así que el tiempo se ha encargado de demostrar que he hecho lo correcto. No hemos hablado al respecto, pero tiene mi aval.

-Ustedes gobiernan en España, la Comunitat y la Diputación, además de los principales municipios. No tienen excusa para no aplicar sus proyectos.

Efectivamente, por eso estamos tratando de aplicar a todos los niveles un proyecto político donde el epicentro son las personas. No cabe excusa, cabe la acción de gobierno. El fin de la crisis es lo más importante, y estoy orgulloso del trabajo que hacemos.

-¿La elección de cargos socialistas para gobernar la Diputación ha sido su peor momento?

Esa elección la resolvió un Comité Provincial con la práctica unanimidad de los votos (98%), y estoy orgulloso del trabajo que está haciendo esta nueva Diputación. Hacía falta. Son estos tiempos, los de la pandemia, sin duda, los meses más duros que he pasado como secretario general, intentando ayudar a atender las necesidades.

-Son muchas las instituciones en las que tienen el poder gracias a coaliciones. ¿Desgasta mucho esa fórmula?

Es un ejercicio saludable negociar con otras fuerzas. Lo aceptamos con humildad y perspectiva abierta. Aunque obviamente preferiríamos tener mayorías amplias, en este ecosistema democrático de pacto permanente, nos encontramos a gusto.

-Los socialistas gobiernan en casi todos los grandes municipios, con la excepción de Onda, Benicàssim o Segorbe. ¿Qué estrategia seguirán para el 2023?

Como lo hemos hecho en otros municipios donde ya gobernamos. Con mucho trabajo, honestidad y proyecto político, para estar siempre cerca de la ciudadanía. No hay ningún gran secreto.

-¿Por qué se han personado como acusación particular en los últimos asuntos sobre Carlos Fabra, cuando ya hace años que dejó de liderar el PP provincial?

Para acabar con la impunidad necesitamos justicia. Con el aval del 100% de la ejecutiva nos personamos. No se trata solo del daño a las arcas públicas, sino al propio nombre de la provincia, convirtiéndola en sinónimo de corrupción; las risas, las burlas; la sensación de que todos y todas en la provincia podemos ser iguales y no lo somos. Queremos el fin de una manera de hacer política.

-¿Hay relevo generacional en la militancia y cargos institucionales del PSPV provincial?

Sin duda alguna. Ya en el 2015 conseguimos un gran cambio generacional a nivel institucional en el que prácticamente todas y todos los candidatos eran nuevos, y además, y es algo de lo que estoy especialmente orgulloso, eran mujeres. Luego siguió en el 2019. La lista es muy larga... Después conseguimos que esa generación ocupara las más altas responsabilidades provinciales a nivel político, ya que era parte de nuestro proyecto de partido, en la Comisión Ejecutiva Provincial. Y hoy en día, también con la Diputación, es una realidad. Es una de las cosas de las que más orgulloso me siento como secretario general.