A lo largo de las últimas décadas ha acompañado a la industria azulejera a superar nuevos retos, y también lo piensa hacer ante la oportunidad que plantea el hidrógeno verde. El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), que cuenta con la contribución de la Asociación de Investigación de las Industrias Cerámicas (Aice) y la Universitat Jaume I, está implicado con este consorcio para estudiar los pasos que debe seguir el sector para mantener sus niveles de calidad sin la actual huella de carbono. El técnico de Sostenibilidad del ITC Salva Ferrer detalla que de forma paralela al avance en la creación del hidrógeno como fuente de energía para las fábricas de Castellón «hay que aportar soluciones que permitan esa integración en los hornos» de las industrias.

El proceso requiere de una gran complejidad, «puesto que hay que contar con nuevos quemadores, adaptados al cambio de combustible», y para ello harán uso de las dotaciones existentes en las instalaciones del instituto. Hay que determinar los parámetros necesarios que aproximen las condiciones actuales de la combustión de gas a este nuevo elemento, y que ello dé como resultado los mismos niveles de calidad de producto que se dan en la actualidad, así como evaluar los costes, las inversiones necesarias y los periodos de amortización.

Para Ferrer «se trata de un proyecto de grandes dimensiones», que necesitará de las infraestructuras del ente investigador y, posiblemente, de personal volcado en este objetivo. Los recursos necesarios son elevados, por lo que es fundamental contar con la colaboración financiera de la Unión Europea.