Al sistema sanitario se le acumulan en los próximos meses unos retos de dimensiones colosales. Médicos, enfermeras y auxiliares deben atender en Castellón a todos los enfermos de esta tercera ola y a los de las próximas que pueden llegar. Y también atender a un número cada vez más importante de pacientes que acuden a sus consultas porque no se acaban de encontrar bien. La mayoría se queja de dolor de cabeza persistente y asegura que es incapaz de subir las escaleras o sacar al perro a pasear sin tener la sensación de que le han dado una paliza. Lo más curioso es que todos tienen un antecedente común: haber pasado (o sospechar haberlo hecho) la infección por SARS-CoV-2.

La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) estima que uno de cada diez contagiados de covid sufre síntomas hasta diez meses después de contagiarse de la enfermedad. En Castellón serían unas 3.000 personas y sus molestias se mantienen a partir de las dos o tres semanas. O dicho de una manera mucho más clara: continúan afectados semanas o meses después de dar negativo en una PCR. Ya no contagian, pero no recuperan la salud. Son y se sienten invisibles en las estadísticas porque no se consideran ya enfermos de coronavirus, y eso que esta misma semana la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto el foco sobre esta variante, advirtiendo a las autoridades sanitarias que ha llegado la hora de ocuparse del covid largo.

El doctor Fernando María Navarro, secretario de la SEMG en la Comunitat Valenciana, asegura que en las consultas se ven cada vez más casos de coronavirus persistente. «Son pacientes que han superado la enfermedad pero siguen con síntomas, sobre todo, cansancio extremo, cefaleas y hasta parálisis en un pie», enumera. Y aunque en la mayoría de los casos las manifestaciones no son graves, hay ocasiones en las que el paciente está peor una vez superada la enfermedad que cuando la tenía activa. «He atendido a personas que enfermaron de covid y casi ni se enteraron, pero al cabo de un tiempo han desarrollado sintomatologías como cansancio o dolores fuertes de cabeza», asevera.

Medio año con secuelas

Y, ¿cuál es el retrato robot de los pacientes que arrastran secuelas una vez superada la enfermedad? La SEMG concluye que se trata de mujeres, cuya edad media oscila entre los 40 y 45 años, y que llevan más de seis meses con síntomas persistentes de covid-19 tras haber sido contagiadas de la enfermedad en la primera ola de la pandemia. « Se trata del perfil más frecuente de los enfermos de covid persistente según la encuesta que realizamos entre julio y octubre del 2020 y que presentamos a finales de año», explican desde la Sociedad que representa a los médicos generalistas. El sondeo fue contestado por 2.120 personas, de las que 1.834 eran enfermos que presentan síntomas compatibles de covid persistente de larga duración.

José Antonio (pide que no se publique son apellido) no pertenece a ese perfil que ha dibujado la SEMG, pero asegura que hace meses que su estado de salud no es el mismo. Y tampoco está seguro de que ha pasado el covid. «En abril tuve fiebre y desde el centro de salud me dijeron que me aislara en casa. Estuve casi veinte días encerrado hasta que los síntomas desaparecieron. El problema es que desde entonces no tengo olfato ni gusto. Da igual que coma jamón , lechuga o un trozo de pan. Todo me sabe igual. ¡A nada!», explica al otro lado del teléfono. Lo ha consultado varias veces con su médico de cabecera. «Me han atendido tres diferentes y todos me dicen lo mismo, que no me preocupe, que ya se pasará», describe.

La pérdida total o parcial del gusto y, sobre todo, del olfato, es uno de los síntomas persistentes más comunes tras superar la infección por coronavirus, pero hay otros 36 más. Y entre ellos destacan cansancio, astenia, malestar general, dolores de cabeza, bajo estado de ánimo, dolores musculares o mialgias; falta de aire o disnea, dolores articulares, falta de concentración; dolor de espalda, presión en el pecho, ansiedad, febrícula, tos, fallos de memoria, dolor en el cuello, diarrea, dolor torácico, palpitaciones o mareos. Y la mayoría de los pacientes que los sufre se sienten incomprendidos por los profesionales que les atienden. «Lo primero que tenemos que hacer los médicos es hacerles caso. Y de ahí la surgido la elaboración de una guía clínica de atención y seguimiento a este tipo de pacientes», cuenta el doctor Navarro, que recuerda que el síndrome por viral no es nuevo (la gripe, por ejemplo, también puede dejar secuelas). Este experto insiste también en que este tipo de pacientes requiere de pruebas como placa de tórax, un electro una analítica completa. «Y tanto los médicos como los pediatras tenemos que estar atentos porque están empezando a aparecer casos de covid persistente en niños, en escolares que han perdido la memoria».

Una recuperación total

Los científicos todavía desconocen por qué hay personas que arrastran secuelas del covid meses después de superar la enfermedad, pero las primeras hipótesis señalan a las sustancias tóxicas que el propio organismo libera en la lucha contra la enfermedad o que el coronavirus se introduce en determinadas zonas del organismo. «Lo que parece claro es que estos síntomas no van a durar siempre, que no se van a convertir en algo crónico. Lo normal es que el paciente se recupere al cien por cien y vuelva a hacer una vida normal», sentencia doctor Navarro.