Reducción de velocidad y multas de mayor cuantía. Esa es la receta que la Dirección General de Tráfico (DGT) pondrá en vigor a partir del 11 de mayo para proteger a un colectivo, el de los ciclistas, especialmente vulnerable en las carreteras de la provincia de Castellón, donde la afición al deporte de las dos ruedas, o simplemente al placer de dar pedales, ha ido incrementándose de manera espectacular en los últimos años.

A partir del citado 11 de mayo, además de la distancia de seguridad establecida en metro y medio entre el vehículo y el ciclista en los adelantamientos en carretera, los conductores deberán reducir de manera obligatoria en 20 km/h la velocidad máxima que se marca en cada vía a la hora de afrontar el adelantamiento a un ciclista o grupo de ciclistas. Un ejemplo, en la concurrida carretera del Desert de les Palmes, en las que el límite de velocidad es de 40 km/h, los vehículos deberán reducir hasta los 20 km/h para efectuar la maniobra de adelantamiento.

La misma fórmula se aplicará en carreteras con un límite de velocidad máxima más elevado. Así, si un conductor ve una bici en una vía secundaria limitada a los 90 km/h, este deberá reducir obligatoriamente a un máximo de 70 km/h para adelantar.

Según la DGT, el objetivo de reducir estos límites es proteger a los usuarios de la carretera más vulnerables, de modo que se reduzca la accidentalidad o el efecto pantalla que producen los coches con el viento. La medida es similar a la que se aplica desde el 2 de enero y que impide rebasar en 20 km/h la velocidad máxima de cada tramo cuando se trata de adelantar en carreteras secundarias.

Las multas

No cumplir esta norma en las carreteras españolas a partir del 11 de mayo será considerado una infracción grave y, como tal, acarreará una sanción económica de 200 euros y la pérdida de tres puntos del permiso de conducir.