El sector azulejero de Castellón exhibió ayer su fortaleza frente la crisis del coronavirus a la ministra de Industria, Reyes Maroto, que visitó la sede de la patronal Ascer. Tanto ella como el president de la Generalitat, Ximo Puig, emplearon una de las palabras de moda, resiliencia, para calificar el comportamiento de los fabricantes de pavimentos y revestimientos cerámicos a lo largo del 2020.

Un colectivo que mejoró sus exportaciones un 4,4% respecto al 2019, y que aumentó sus ventas Maroto valoró que el clúster «es uno de los sectores claves de la economía española, de la Comunitat y de Castellón por su aportación económica, social, medioambiental y en investigación y desarrollo», aportó.

A pesar de estos grandes datos el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, expresó ante la ministra una serie de peticiones para que el sector no pierda competitividad y siga siendo un ejemplo de los planes de reindustrialización que pretenden tanto el Gobierno como la Generalitat. Entre ellas, las referidas a las iniciativas de transición energética.

El dirigente de los empresarios recordó su implicación en numerosos proyectos destinados a la descarbonización de los procesos productivos, mediante la sustitución del gas natural por fuentes no contaminantes. Pero el camino a recorrer es más largo de lo que pretenden las autoridades. «Los ritmos no pueden destrozar las cuentas de explotación», reclamó Nomdedeu. Y puso como ejemplo al hidrógeno verde. «Se habla mucho de esta alternativa, pero ahora es ocho veces más cara que el gas natural», comentó, por lo que es necesario producir a gran escala, lo que implica tiempo para desarrollar la investigación.

Otra reivindicación es la referida al controvertido fondo eléctrico creado del Ministerio de Transición Ecológica. Tal y como está redactado el anteproyecto, los fabricantes tendrían que aportar un pago adicional de 218 millones de euros en los próximos cinco años. Reyes Maroto se comprometió a «analizar» este plan y las alegaciones de Ascer y los demás actores implicados en el clúster. «Hay que dotarlo de una serie de informes preceptivos como el que ha emitido la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y distintos departamentos; tenemos tiempo», defendió la ministra.

Industria en clave europea

El president Puig valoró que la descarbonización «es la opción, pero ha dicho hay que hacerlo «en circunstancias razonables y apoyando al sector». Además, quiso implicar a Europa. «Del mismo modo que hay una PAC para la agricultura hay que plantear una política industrial común», dijo. Para llevar a cabo un salto adelante en la industria de la Comunitat, abogó por una «alianza» entre las administraciones y el sector industrial, con el fin de «alinearnos en una dirección única hacia la década de las oportunidades».

A la jornada también asistieron el presidente de la patronal de fabricantes de esmaltes y fritas (Anffecc), Joaquín Font de Mora, y al del colectivo de maquinaria y los bienes de equipo para la cerámica (Asebec), Juan Vicente Bono.

El presidente de la Diputación, José Martí, destacó por su parte tras un encuentro mantenido con la ministra y la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco

Pacto por la Industria

La cerámica pidió, en la última edición de Cevisama, un pacto de Estado por la Industria. Un año después, la propuesta dará un paso adelante, con la aprobación, el próximo lunes, de un primer borrador. Reyes Maroto mencionó que el objetivo es dar «estabilidad y reforzar las capacidades productivas, generar empleo y situar a España en ese gran objetivo de aumentar el peso de la industria en nuestra economía». Esta primera versión se trasladará al foro de alto nivel de la industria española para su aprobación y presentación a los grupos parlamentarios. «Esperamos cuente con el respaldo de todos los grupos políticos , asociaciones empresariales y sindicatos, porque es el momento», expuso la ministra.