El sector de la construcción en Castellón afronta el 2021 con unas perspectivas muy positivas, incluso dentro del contexto de una crisis sanitaria que todavía no ha remitido. A la rehabilitación y a la reforma, punto de apoyo de las empresas durante los difíciles últimos años, se suma la progresiva aparición de nuevas promociones de viviendas que se están comercializando a buen ritmo. Un horizonte optimista solo emborronado por un déficit sobre el que ponen el acento los constructores: la falta de personal cualificado.

La actividad, por supuesto, está a años luz de la que había a principios de la década pasada --de 2001 a 2010, la planta de viviendas de la provincia se incrementó en casi 100.000 unidades--, pero parece que el parón casi completo vivido en el sector años atrás también queda ya muy lejano. «Las perspectivas son muy buenas», resume el presidente de la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellón (Apecc), Fernando Alfonso. Coincide con esta previsión Sergio Pardo, del Grupo Pardo, y lo apoya con cifras: «El volumen de obra que hemos facturado a día de hoy es más del doble que el de todo el año pasado».

La directora comercial de Libra Gestión de Proyectos, Yolanda Fernández, asegura por su parte que después de un 2020 en el que «incluso antes de la pandemia el mercado estaba un poco parado, de Navidad a esta parte se está notando la reactivación y soy muy optimista».

Libra tiene en marcha una promoción en Castelló, Residencial Casalduch, que «estamos comercializando a buen ritmo». El Grupo Pardo, por su parte, ha vendido el 60% de las viviendas del nuevo Edificio Cervantes y espera cerrar la financiación en breve para acometer un nuevo proyecto.

Este periodo de relativo auge viene tras unos años de menor actividad --casi nula a principios de esta década-- que no ha pasado en balde, ya que ha provocado que muchos trabajadores se hayan descolgado del sector en dirección a otras actividades económicas, como el transporte o el azulejo. «Muchas empresas nos dicen que les hacen falta albañiles formados», explica Alfonso.

No se trata de un problema nuevo, pero adquiere una mayor relevancia cuando parece que la construcción está empezando a despertar después de años de letargo. En los años del boom a Castellón llegaron miles de trabajadores extranjeros que, con la crisis, volvieron a su país. «Los profesionales que en ese momento tenían entre 40 y 50 años tuvieron que buscarse la vida y ya no han vuelto. También ha cambiado la forma de trabajar; antes iban a destajo y ganaban más dinero que trabajando por horas, como ahora», manifiesta Pardo.

Desde Apecc hacen un llamamiento a las administraciones, como por ejemplo a Labora, para que contribuyan a la formación de nuevos profesionales. «En el 2008 había en el sector el doble de trabajadores que ahora», apunta Alfonso. Según los últimos datos del paro, hay en la provincia 3.286 desempleados en el sector.