Ya hay plan para la desescalada, tras una tercera ola que ha dejado desde mitad de diciembre más de 24.000 casos y casi 400 fallecidos en la provincia de Castellón. La ralentización del virus y la caída de contagios permite al Consell empezar a suavizar las duras restricciones que aprobó el 21 de enero por el descontrol del coronavirus tras las fechas navideñas. Así, a partir de este lunes, las terrazas de la hostelería podrán abrir en la Comunitat Valenciana hasta las 18.00 horas, con un máximo de cuatro comensales por mesa y el 75% del aforo. Los clientes siempre deberán llevar la mascarilla mientras no se esté consumiendo. Además, se amplía a las 20.00 horas la apertura de los comercios, con un aumento del aforo al 50%.

Estas son dos de las principales medidas que ayer aprobó la Mesa Interdepartamental para la Prevención y Actuación ante el covid-19, y cuyas líneas principales anunció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, junto a la consellera de Sanidad, Ana Barceló.

Otra de las principales novedades es la que hace referencia a los contactos sociales, que se elevan a cuatro en los espacios públicos, pero las reuniones familiares se siguen reduciendo a un solo núcleo familiar, con excepciones.

Cierre perimetral en fin de semana

Asimismo, se levantará, a partir del primer fin de semana de marzo, el cierre perimetral de las grandes ciudades de más de 50.000 habitantes, es decir, en Castelló y Vila-real, aunque se mantiene el del conjunto de la Comunitat. Por tanto el que empieza hoy será el último. De igual modo, el toque de queda seguirá entre las 22.00 y las 6.00 horas.

También se incrementa a un 50% el aforo en espacios de culto, se reabren parques y jardines y se flexibiliza la actividad física y del deporte al aire libre, aunque los gimnasios y polideportivos cerrados seguirán clausurados.

Revisión semanal

Todas estas medidas se prolongarán 15 días más, aunque la próxima semana se volverá a reunir la comisión interdepartamental para evaluar la situación. En este sentido, el presidente se comprometió a que las limitaciones duren solo el tiempo necesario y explicó que también la próxima semana continuarán las reuniones con los sectores más afectados con «diálogo y acuerdo».

Al respecto, el jefe del Consell destacó que la evolución epidemiológica favorable en la Comunitat, con una incidencia que bajado un 88% desde la adopción de las limitaciones, los pacientes hospitalizados suponen ya una cuarta parte de los que había y el número de enfermos se ha reducido un 83%. «¿Cuántas vidas entre todos hemos salvado?», se preguntó Puig, quien aseguró que «miles», tanto por «madurez cívica» como por «corresponsabilidad», pero ha apelado a la prudencia porque «aún no estamos bien». Por último, pidió que «nadie se relaje, piense que se ha acabado y trate de hacer vida normal».