Castelló aplazará el festivo local del lunes 8 de marzo al 10 de septiembre a causa de la suspensión de las fiestas de la Magdalena por el covid-19 y para «generar la mayor normalidad posible para prevenir contagios».

La propuesta tuvo lugar ayer en el seno de la celebración de una junta de gobierno local extraordinaria, tal y como confirmó el portavoz del ejecutivo municipal, José Luis López, señalando que el cambio resulta extensible tanto al ámbito académico como laboral.

Ahora un pleno extraordinario y urgente, convocado ayer mismo, deberá dar luz verde el lunes a esta cuestión, tras lo que se elevará una petición a la Conselleria de Economía y Trabajo, al ser este el órgano competente en la regulación de las jornadas laborales.

Fuentes de este departamento del ejecutivo autonómico, consultadas por este diario, evitaron ayer valorar la petición del cambio de festivo hasta que el Ayuntamiento registre la propuesta ante la Dirección General de Trabajo. Si bien, el tiempo disponible para tramitarla será limitado por cuestiones obvias, ya que tras la valoración por la Conselleria deberá ratificarse en el pleno del Consell, celebrado de normal en viernes.

Fiestas fundacionales

Mientras, López explicó que la nueva jornada elegida en septiembre coincide con la conmemoración de la semana del 770 aniversario de la fundación de la ciudad, que se podrá celebrar si la pandemia lo permite.

De este modo, el nuevo acuerdo del ejecutivo local asemejará los días en los que estaba programada la Magdalena 2021 a una jornada laboral cualquiera. La supresión del festivo del 8 de marzo se sumará a la conversión en lectiva del resto de semana para los escolares hasta Bachillerato.

Esta modificación está ya más encauzada y aguarda ahora el debate del Consell Escolar Municipal, cuyos miembros fueron citados ayer por su presidente y concejal de Educación, Francesc Mezquita, también para el lunes. La propuesta se someterá a votación y tratará de contar con «el mayor consenso posible», según Mezquita. Y es que la última consulta obtuvo un resultado muy ajustado, con 13 votos a favor de que los escolares no fueran a clase, frente a 11 en contra.

Ahora bien, de mantenerse las posturas de sindicatos y entidades representadas en el organismo, el apoyo de los ediles Mezquita y Jorge Ribes a considerar lectiva la semana sería suficiente para decantar la balanza. De hecho, la Junta de Personal Docente no Universitario ya ha mostrado su rechazo y pedido respetar los acuerdos ya tomados.

Incertidumbre

Si bien, el responsable de Educación lamenta que «la recomendación de Sanitat haya tardado tanto en llegar» y entiende «perfectamente la incertidumbre que ha generado entre las familias y el profesorado». No obstante, en este caso la aceptación desde la Conselleria de Educación del cambio tiene menos posibilidades de recibir una negativa.

El conseller del ramo, Vicent Marzà, aclaró ayer que su departamento «hará caso» al Consell Escolar Municipal «siempre que se adapte a la normativa».