El mercado de trabajo en Castellón sigue el rastro que va dejando el coronavirus a su paso. El 2020 acabó con 58.000 contratos menos y el mazazo asestado a la hostelería y el comercio ha terminado por arrastrar a buena parte de la actividad económica. Las ofertas laborales escasean, el paro crece ( solo en el mes de enero lo hizo en 1.341 personas) y unos 4.000 empleados permanecen en ERTE. Una situación que ha golpeado fuertemente a las compañías que se dedican a intermediar en el mercado de trabajo, cuya actividad también se ha desplomado.

Las 168.442 contrataciones registradas en Castellón durante el año pasado suponen la cifra más baja desde el 2013, según datos del Ministerio de Trabajo. Y esa drástica caída de la actividad, lógicamente, afecta de lleno a las empresas de trabajo temporal (ETT) de la provincia De enero a noviembre del año pasado, tan solo gestionaron 28.932 acuerdos laborales frente a los 35.126 registrados durante el mismo periodo del 2019. O lo que es lo mismo: las ETT vieron caer la contratación a través de ellas un 21,4%, lo que significa que dejaron de hacer uno de cada cinco contratos que, sin embargo, sí hicieron el año anterior. De esos casi 29.000 contratos de puesta a disposición que gestionaron las agencias de intermediación, un total de 16.511 fueron por circunstancias de la producción, mientras que los otros 12.000 fueron por obra o servicios.

Pese a que los datos son malos y evidencian que la pandemia también ha pasado factura a las agencias de colocación, las cifras que maneja Trabajo revelan, no obstante, que las ETT han amortiguado mejor el golpe. Un ejemplo. Mientras que la contratación general ha caído un 34,5% en la provincia, en el caso de estas compañías el descenso ha sido del 21%, es decir, trece puntos menos.

El empleo a través de una ETT ha sufrido un revés en la provincia pero no todos los sectores se han comportado de la misma manera. «En Castellón, el turismo y la hostelería son sectores de mucho peso, y el periodo de confinamiento del pasado año afectó muchísimo. El verano tampoco cumplió las expectativas de recuperación, y en otoño llegaron nuevas medidas de restricción horaria y de movilidad, que también afectaron a las contrataciones en el comercio. Sin embargo, hay sectores en donde la actividad subió, sobre todo en la logística o el transporte», apunta Alejandro Costanzo, director del gabinete técnico de Asempleo, la patronal de las agencias privadas de colocación y que agrupa a empresas como Randstad, Adecco, Manpower o Eulen.

La mejorÍa, en verano

El 2020 ha sido un año para olvidar y las ETT tienen ahora la vista puesta en el recién estrenado año. Y aunque todas las compañías aseguran que este primer trimestre van a ser muy duro, será a partir del próximo abril cuando se pueda comprobar si la situación sanitaria va mejorando, lo que traería mejores expectativas. «La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y ya sabemos que, desde el punto de vista laboral, no se parecerá en nada a la del 2019. Y todavía hay muchas dudas sobre el verano. Todo dependerá del ritmo de la vacunación», explica Costanzo.

Con este panorama, y en el supuesto de que no haya un nuevo retroceso a lo largo del año, el pronóstico de Asempleo es que la contratación de las ETT podría crecer entre un 5% y un 10%, un porcentaje que, por lo menos, permitiría a las compañías de colocación atenuar el descenso sufrido durante el último ejercicio. «Habrá crecimiento, pero el ciclo normal, la verdadera recuperación este año no la vemos. Seguramente llegará en 2022», aventura el director de estudios de Asempleo.