Apenas el 1% de las personas que han recibido la vacuna contra el covid-19 en Castellón y el conjunto de la Comunitat Valenciana ha padecido alguna reacción adversa, siendo la mayoría de carácter leve. Así consta en el balance del seguimiento del proceso de inmunización realizado hasta la fecha por Sanitat, que revela también que no se ha producido ningún efecto hasta ahora desconocido o que pueda ser motivo de preocupación por no constar en los prospectos de las farmacéuticas.

En términos generales, la tasa de acontecimientos adversos notificados para las tres vacunas que se están inoculando en la autonomía, la de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, se sitúa en 10 incidentes por cada 1.000 dosis.

En concreto, las reacciones más frecuentemente notificadas son fiebre, dolor en la zona de inyección, cefalea, mareos, náuseas o diarrea. Todas ellas no siempre aparecen y cuando se dan, con mayor frecuencia tras la segunda dosis, la mayoría son leves y de duración breve.

Excepcionalmente se han registrado casos de anafilaxia (reacción alérgica grave) en personas con antecedentes y todas se recuperaron con la administración de adrenalina.

La persona recién vacunada siempre permanece en observación al menos 15 minutos. El tiempo es variable porque antes de la administración de la vacuna, el personal facultativo se entrevista con ella y le pregunta sobre patologías previas, reacciones alérgicas conocidas, contactos o contagios de covid.

En función de las respuestas, se determina si la candidata es apta para recibir la vacuna y qué riesgo existe de que pueda desarrollar reacciones adversas. A más peligro, más tiempo de observación post-vacunación.