Castelló viviría hoy la jornada inaugural de la Magdalena 2021 con el anuncio de las fiestas y el Pregó recorriendo las calles de la capital de la Plana, dando inicio así a nueve jornadas intensas, pero también a la generación de un impacto económico millonario en gran cantidad de empresas de la ciudad y la provincia.

«Sin embargo, dichas fiestas no tendrán lugar por la situación derivada de la crisis sanitaria del covid-19 y la salud de todos». Así lo recuerda el bando de Alcaldía emitido esta misma semana que vacía de actos el segundo mes de marzo consecutivo de forma obligada por el coronavirus.

Un escenario de parálisis para el món de la festa que se traduce en cifras concretas. Los cálculos arrojados por los principales sectores vinculados a los festejos, muchos y diversos, suman un montante global de 13 millones de euros que este año tampoco revertirán en el tejido empresarial, aunque para algunos esta cantidad resulta todavía más elevada.

Y es que, en el 2020 la crisis frenó la celebración cuando muchos ya estaban listos para salir a la calle, pero en esta ocasión el impacto se prevé aún mayor, pues el año festivo ha quedado suspendido prácticamente en su totalidad.

Esto deriva en caídas de la facturación de entre el 80 y el 95%, porcentaje que varía según la dependencia de los sectores a este ámbito. Entre los más afectados se encuentra el de la pirotecnia, cuya actividad ha pasado en esta época de ser la más frenética del año a una completamente nula, como evidencian los nada habituales candados y cerrojos que mostraban ayer mismo las instalaciones de la Pirotecnia Peñarroja, en la Vall d’Uixó.

Una imagen que contrasta con la habitual de camionetas y una gran cantidad de operarios trabajando para que la pólvora, el ruido y el color no falten en cada rincón de Castelló, generando también un movimiento económico que ronda el millón de euros aproximadamente.

Unión de sectores

Mascletà y cerveza o una comida posterior en un restaurante suelen ir de la mano, pues muchas actividades sufren una gran vinculación en fiestas. Con ello, la hostelería y el turismo superan cada año los siete millones de euros de facturación durante la semana central, a lo que contribuyen acontecimientos como la feria taurina. El gerente de la plaza de toros, Alberto Ramírez, cuantifica la inversión en 400.000 euros, más las entradas, aunque su impacto sea mucho mayor a la práctica y se diluya en otros sectores.

De hecho, una parte de esta cuantía se recuperará este mismo año, a finales del mes de junio «si la situación epidemiológica lo permite», pues está previsto volver a celebrar corridas entre los días 24 y 29, con aforo reducido.

Por su parte, las empresas de ocio y espectáculos soportan bajadas en sus ingresos de hasta el 80%. Su papel va desde el montaje de carpas hasta la organización de conciertos y otro tipo de eventos de ocio como los populares mesones. Esta vez, cifran en hasta tres millones de euros el montante global, pero sobre todo hacen hincapié en otra de las secuelas de la no Magdalena: los puestos de trabajo que no se generarán.

Creación de empleo

Pese a que no exista una estadística clara sobre la ocupación que crean las fiestas, la información que aportan algunas empresas permite vislumbrar la magnitud de la oferta vinculada a la cita clave en estas fechas.

Por ejemplo, solo la plaza de toros crea 150 empleos, a los que hay que sumar otros 200 en los mesones y carpas distribuidos por la localidad, aunque las dos entidades coinciden en que las plazas indirectas son muchas más. La ecuación se extiende de forma casi infinita, hasta alcanzar incluso al pequeño comercio.

L’Associació d’Artistes Gaiaters recuerda que su inversión, que ronda los 114.000 euros, va a parar principalmente a tiendas de proximidad, algo que «se nota cuando no está pese a no ser la cantidad más elevada de la fiesta», explica la presidenta de la entidad, Vanesa Pérez, quien incide en la reversión en la ciudad de su actividad desde el mismo almacén municipal de los monumentos, donde parece haberse paralizado el tiempo allá por marzo del 2020.

Mientras, el gasto en vestimenta e indumentaria, que ocupa a comercios y diseñadores locales, como Higinio Mateu, además de todas las contrataciones que se realizan en las collas en ámbitos tan variados como el ocio infantil, las flores o la logística completan el restante hasta la suma de 13 millones de euros en que se estima el impacto de las fiestas.

Optimismo

A pesar de todo, el mensaje de optimismo aparece de manera unánime entre los colectivos, independientemente de su afección. La ilusión por recuperar la Magdalena se erige como el combustible común, que aunque a veces no cubra necesidades básicas ni todos los ingresos perdidos, ayuda a sobrellevar la situación, como resume el presidente de la Federació de Colles, Pepe Beltrán, con la vista puesta en 2022: «Dentro de la tristeza de no haber podido disfrutar las fiestas nos puede la ilusión de las que vendrán».

Los testimonios

Los testimoniosLos hoteles

Los hoteles

El arranque de la Magdalena coincide con el inicio de una época clave para los hoteles de la ciudad. Lola Guillamón, del Doña Lola y presidenta de la Cámara de Comercio, declara que «las fiestas siempre son el pistoletazo de salida para la temporada de Semana Santa y de verano», a la vez que asume que en esta ocasión «será un desastre», al que se le añade que «solo puedan venir personas de la provincia o el resto de la Comunitat Valenciana con el cierre perimetral». No obstante, insiste en la casi obligación de «hacer un esfuerzo y resistir lo poco que queda de crisis».

Las gaiatas

Las gaiatas son un eje de los festejos castellonenses y en su construcción se ve implicada mucha gente, siempre de la mano de los artistas del gremio. Un colectivo cuya dotación ronda los 6.000 euros por monumento, aunque lo notable es el destino de estos fondos. La presidenta de l'Associació d’Artistes Gaiaters, Vanesa Pérez, explica que «nuestro gasto va a parar principalmente al comercio local y supone ahora una cantidad bastante importante que ha dejado de ingresar». Cada año optan por los establecimientos de proximidad «por cercanía y sus facilidades».

La indumentaria y la moda

El último año ha hecho mella especialmente en la indumentaria tradicional y la moda, pues ha sido esta vez cuando no ha habido ningún tipo de celebración. El diseñador castellonense Higinio Mateu afirma que «trabajamos todo el año con la fiesta y este año no ha habido nada», lo que «ha reducido mucho nuestra actividad», aunque prefiere «no hacer cálculos concretos de lo que hemos dejado de ingresar». Y es que, el diseño y la confección de trajes y vestimentas para galas y protocolos repartidos por todo el calendario mantiene siempre activo de normal al gremio.

La feria taurina

La feria taurina de la Magdalena emplea a unas 150 personas, «aunque el impacto indirecto es todavía mayor». Así resume el gerente de la plaza de toros de Castelló, Alberto Ramírez, la actividad del recinto, cuya inversión, paralizada este año y que derivó en pérdidas el anterior al estar todo preparado, ronda los 400.000 euros para estas fechas, a lo que cabe sumar además todo el movimiento en los alrededores que genera «como en bares y hoteles, cartelería y publicidad o los ingresos derivados de la venta de entradas», algo que Ramírez confía en recuperar este mismo año.

La hostelería

Reservar una mesa en un restaurante o una habitación de hotel suele ser una tarea compleja durante los días que duran los festejos, cuya facturación ya daba por perdida el sector hace meses al ver la evolución epidemiológica. El vicepresidente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur), Luis Martí, lamenta que «la ausencia de la Magdalena es un hito negativo más en los resultados», ya bastante impactados por todo el transcurso de la crisis que deja esta semana muchas camas de hotel vacías, mesones sin montar y bares cerrados.

La pirotecnia

La sensación de «tristeza» invade las instalaciones de la Pirotecnia Peñarroja, en la Vall d’Uixó, como confiesa su propietario, Pepe Peñarroja, quien recuerda que «estos siempre han sido días con una actividad frenética y cajas preparadas para salir camino de la fiesta en todos los rincones». La parálisis festiva ha conllevado una merma en la facturación de hasta el 95%, calcula Peñarroja, a la vez que lamenta que «las previsiones para volver todavía son nulas» y defiende la reversión de cada céntimo invertido en la ciudad: «No es solo ver un castillo, es generar más economía».

Las collas

Las collas castellonenses esquivarán las pérdidas este año, al mantener cierta cautela en la organización tras la experiencia del año pasado con la abrupta suspensión por el covid-19. Sin embargo, la ausencia de su actividad deja de generar movimiento en múltiples ámbitos. El presidente de la Federació de Colles, Pepe Beltrán, desglosa que con cada acto que organizan movilizan a «muchos sectores, como el del espectáculo, el ocio infantil, las flores, las carpas, la difusión o los seguros», a la vez que recuerda que «todo lo que recaudamos lo invertimos siempre otra vez en las fiestas».

Los espectáculos

Las compañías de ocio y montajes temporales tampoco se libran de la parálisis estos días, lo que supone «una caída del 80% de los ingresos» y se traduce en una cifra millonaria. Ahora bien, el director de la empresa A Ciencia Cierta, Eugenio Martí, hace hincapié principalmente en que «pasamos de generar 200 puestos de trabajo, como ocurrió en el 2019, a no generar ninguno». Además, gran parte del sector arrastra todavía costes pendientes del ejercicio pasado, cuando ya habían hecho gasto e incluso empezado a montar carpas para los mesones o la carpa alemana.