La incidencia de covid-19 en los municipios de Castellón vuelve a situarse en niveles similares a los del mes de agosto del año pasado al persistir la tendencia a la baja en el número de contagios durante las últimas semanas.

Las 15 localidades más pobladas de la provincia se alejan ya de los niveles de riesgo extremo de transmisión y avanzan hacia el escenario de nueva normalidad. De hecho, Alcalà de Xivert, pese a figurar entre los municipios con mayor cantidad de habitantes, ya se encuentra en esta situación, según los últimos datos ofrecidos ayer por la Conselleria de Sanitat.

No obstante, Castelló también rebaja su incidencia hasta los 137 casos por 100.000 habitantes, tras dar positivo 236 pruebas PCR en los últimos 14 días, y Vila-real a una tasa de 151, con 77 contagios a lo largo de las dos últimas semanas.

Todas estas cifras se asemejan a las notificadas por el departamento que dirige Ana Barceló el pasado mes de agosto. Entonces, la capital de la Plana mantenía una incidencia de 132 casos por 100.000 al sumar 228 contagios o Vinaròs una tasa de 48, muy similar a la de 52 reflejada en estos momentos.

Aunque los datos evidencian una vez más la tendencia de mejora, la mayor parte de los castellonenses reside todavía en puntos con riesgo medio o alto de contagio, algo que se da especialmente en la zona de la Plana y el litoral norte del territorio.

El contraste

Si bien, la incidencia se dispara en algunos casos en los que aparecen contagios nuevos en las últimas jornadas. Ocurre en Betxí, en riesgo extremo con una incidencia de 265 al dar positivo 15 personas durante los últimos 14 días. También pasa en Zucaina, que con apenas 171 residentes suma cuatro contagios y dispara su tasa a un valor de 2.339. En cambio, el color verde copa los municipios más pequeños como símbolo de la reducción del virus hasta valores prácticamente insignificantes, tal y como se da en comarcas como la de Els Ports, gran parte del Alto Palancia o lugares del litoral como Torreblanca, la Llosa o la anteriormente mencionada Alcalà.

Mientras, Onda o l’Alcora, que en anteriores ocasiones sufrían un mayor número de contagios que el resto de grandes localidades se encuentran ya perfectamente alineadas con la tendencia generalizada de la provincia y han experimentado una notable evolución a la baja, pasando a una incidencia de 140 y 153 cada una.

Y en el conjunto de la Comunitat Valenciana la tasa está a punto de bajar del centenar de casos, al fijarse ayer en 103, muy por debajo de la media nacional, en 168. Este progreso llega en el marco del arranque de la desescalada y con los avances en la administración de las vacunas.