Su tramitación comenzó en verano del año 2005, y su controversia es tan larga como el tiempo que lleva en procesos burocráticos. La línea de muy alta tensión que debe enlazar Morella con la Plana ha superado una de sus principales fases, con la publicación en el Boletín Oficial del Estado del informe de impacto ambiental. Según el calendario marcado desde la entidad promotora, Red Eléctrica Española, se espera que la autorización administrativa de construcción vea la luz este mismo año, para que las citadas obras arranquen el próximo, y la autorización de la explotación llegue a lo largo del 2024.

El documento recoge las diferentes modificaciones del trazado, con el fin de no afectar a viviendas situadas en las inmediaciones, parajes de especial valor medioambiental y paisajístico o vestigios arqueológicos. Una labor tan compleja que ha llevado la mayor parte de estos 16 años de trámites. Los alcaldes consultados por Mediterráneo señalan la necesidad de la instalación, pero recuerdan que el trazado debía respetar municipios y zonas habitadas. El primer edil morellano, Rhamsés Ripollés, valoró que su postura «ha estado alineada con la de las localidades afectadas, además de pedir que el trazado aprovechara las líneas ya existentes para no sumar nuevos impactos».

Sant Joan de Moró es otro de los municipios que alegaron. «En un principio tocaba a uno de nuestros pulmones verdes, con abundancia de pinos y bosque mediterráneo, por lo que nos tuvimos que buscar a técnicos para alegar», señala su alcalde, Vicente Pallarés, quien añade que no tiene constancia oficial de la contestación a las alegaciones pendientes.

La primera edila de Benassal, Mari Luz Monterde, recordó que en una primera propuesta «la línea discurría por encima de los masos, y era algo que no podíamos permitir; si el proyecto tiene que ir adelante, debe serlo con las mínimas afecciones posibles, aunque eso suponga más costes para quienes lo promueven».

Características

La instalación para el transporte de la energía eléctrica tiene un nivel de tensión de 400 kilovatios, con una inversión de 60 millones de euros. Además de la línea incluye la ampliación de las subestaciones en Morella y la Plana. Cuando esté terminada, recorrerá un trazado de 86,7 kilómetros en dos circuitos, sustentada en 189 apoyos de alturas que irán entre los 42 y los 46 metros de altura. La infraestructura está vinculada al transporte de electricidad que generan los parques eólicos del interior de Castellón, y sus planes de expansión.