El desarrollo de una planta demostrativa 100% eléctrica equipada íntegramente con tecnología española es una de las iniciativas más ambiciosas previstas en el Proyecto Tractor para el Sector Cerámico por la Alianza Cerámica para la Competitividad, la Innovación y el Empleo, con una inversión cercana a los 60 millones de euros.

Con este desarrollo se haría frente a uno de los grandes retos tecnológicos de la cadena de valor del sector cerámico, la alta dependencia de recursos energéticos, en concreto del uso de combustibles fósiles. La de Castellón es la provincia valenciana con mayor consumo de gas, que representa el 61’7% de toda la región. La planta eléctrica no emitiría CO2 y podría tener un consumo autónomo mediante placas fotovoltaicas.

Que esta planta cuente con equipamiento y tecnología 100% española supone, además, un salto competitivo para el sector en cuanto su presencia internacional. Históricamente los fabricantes de maquinaria cerámica españoles, a pesar de disponer de una tecnología más avanzada, veían bloqueada su expansión a otros países por no poder competir con las soluciones de planta cerámica integral que se desarrollan en el mercado italiano.

Esta iniciativa se enmarca en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), denominado Newecocer, en el que se han integrado más de 60 empresas de toda la cadena de valor del sector cerámico. Con el objetivo de fomentar la competitividad de todos los agentes del sector e impulsar un salto tecnológico, esta alianza ha previsto más de una quincena de proyectos innovadores para los que calculan una inversión de 641,5 millones de euros. De ellos, en torno a 250 millones optarían a los fondos europeos.

Entre los miembros del consorcio se encuentran firmas como Kerajet, Colorker, Grespania, Halcón, Peronda, Efi, Azuliber o Ceracasa entre otras; así como centros tecnológicos y la Dirección General de Industria de la Generalitat Valenciana.

Como explica Raúl Natividad, CEO de AVS Consulting, que ostenta la gerencia tecnológica del proyecto, “es un proyecto que nace de la alianza del sector cerámico para marcar una renovación completa en toda la cadena de valor, mediante la transformación ecológica y digital apostando por el desarrollo de proyectos de innovación”.

Retos tecnológicos del sector cerámico

Además de la alta dependencia de recursos energéticos, desde la alianza se han identificado otros retos tecnológicos que deben abordarse a lo largo de toda la cadena de valor del sector cerámica hasta el año 2030. Existe un bajo grado de digitalización, con un alto número de trabajos manuales. También se ha detectado que la competencia internacional se está acentuando respecto a países que operan con menores restricciones medioambientales y costes más competitivos de personal. Por último, se señala la falta de mano de obra cualificada, con una falta de especialización y adaptación a las nuevas tecnologías.

Todos los proyectos contemplados se articulan sobre 4 ejes: Innovación en la cadena de valor, transición digital, transición ecológica, con especial atención a la economía circular, y acciones de formación. Está previsto que generen 1.481 puestos de trabajo y supongan el mantenimiento de 4.740 empleos.