La Conselleria de Sanitat da por concluida esta trágica tercera ola, tras semanas con los casos disparados y un goteo dramático de muertes, y evita dar por hecho una cuarta, «ya que dependerá de la evolución de la pandemia». Los que sí dan por hecho «una inevitable» nueva oledada a finales de abril o principios de mayor debido a las características del virus son los expertos y sanitarios que llaman a mitigar sus efectos. De todos modos, consideran que posiblemente tendrá una menor afección teniendo en cuenta que los colectivos más vulnerables, las personas de edad más avanzada y que viven en residencias, estarán inmunizados, al igual que el personal sanitario.

«Se puede dar por acabada teniendo en cuenta los datos, aunque bajar la incidencia acumulada por debajo de 50 casos por cada 100.000 habitantes es muy complicado, especialmente, teniendo en cuenta que solo un 10% de la población está inmunizada ya sea porque ha pasado la enfermedad, que sería un 8%, o porque está ya vacunada, un 2%» explica el presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva y Salud Pública, Juan Francisco Navarro. «Faltan cifras al respecto de ahí la importancia de que el Ministerio realice un nuevo estudio sobre seroprevalencia», resalta,

«Las restricciones han funcionado muy bien, pero hay que ir suavizándolas para reactivar la economía, aunque si durante dos semanas seguidas los indicadores van al alza habrá que volver a ellas», indica, al tiempo que advierte sobre la expansión cada vez más generalizadas de la variante británica, «un 50% más contagiosa». De todos modos, el doctor Navarro considera «más preocupantes» la sudafricana y brasileña por su comportamiento frente a la efectividad de la vacuna.

Centros de salud

Por su parte, la presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, María Ángeles Medina, remarca que la afección de esta tercera ola se ha reducido de tal forma que hay «unos niveles históricos en la Comunitat porque pocas veces habíamos estados como ahora en el último año». Esto ha permitido a los centros de salud retomar la atención y seguimiento de los pacientes crónicos, tarea que habían dejado de priorizar cuando las consultas se llenaron de casos de covid-19. Ahora la pandemia, con algún caso nuevo puntual, supone atenciones relacionadas con el llamado covid persistente, es decir, patologías asociadas al virus que no remiten cuando la infección aguda desaparece.

En esta misma línea se manifestó el portavoz del Foro de Médicos de Atención Primaria, Ignacio Domingo, quien señaló que las consultas relacionadas con el virus se han reducido de una manera muy marcada y apostó por reforzar el rastreo y el sistema ahora que la presión ha bajado, así como las restricciones, haciendo una desescalada gradual evitando los interiores de los establecimientos.

No bajar la guardia

Más cautos se muestran desde el Colegio de Médicos de Castellón, que prefieren no hablar de olas «porque sería más conveniente concienciar a los ciudadanos de que es una única ola, la generada por la pandemia que aún no se ha erradicado». «No se puede decir que se ha superado la enfermedad, mientras siguen llegando ciudadanos a los centros de salud o a las Urgencias hospitalarias aquejados de esta patología, mientras la tasa de ocupación de las UCI es alta aún», apunta el presidente de la entidad, José María Breva.

De igual modo, el presidente del Colegio de Enfermeros y Enfermeras de Castellón, Francisco Pareja, se muestra muy cauto en dar por concluida esta tercera ola. «Debemos seguir cumpliendo las restricciones de movimiento y las medidas de distanciamiento para que los datos sigan descendiendo y se aligere todavía más la presión asistencial», afirma, al tiempo que insiste en que para evitar una cuarta ola «toca cumplir sin excusas las indicaciones sanitarias, evitar los contactos estrechos y mantenernos alerta hasta conseguir la inmunidad de rebaño».