Nació en plena pandemia en Castelló y sus buenos números, basados en la gran respuesta solidaria ante la crisis actual, avalan su próxima expansión por otras provincias: "Nadie sin su ración diaria" (NSSRD) ha dejado de ser un proyecto pionero de donación de alimentos digital para convertirse en una realidad.

Kilian Zaragozá y José Vicente Villarroig, graduados de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI), lanzaron esta idea en agosto de 2020 con una máquina diseñada para "adaptar la tecnología al clásico sistema de donaciones de alimentos" en un único supermercado de la cooperativa valenciana Consum, y ahora está ya en otras cadenas de supermercados de Castelló con una donación media de 15 a 20 euros.

De agosto a diciembre, el proyecto logró recaudar alrededor de 70.000 euros para el Banco de Alimentos de Castelló, pero tras aliarse con El Corte Inglés en enero de este año, han conseguido 11.000 euros más, explica a EFE Zaragozá.

Actualmente, debido a la evolución que ha tenido el proyecto, el equipo se ha trasladado a la aceleradora empresarial valenciana Lanzadera, del empresario Juan Roig, que permitirá que "la estructura de la empresa mejore y poder generar una comunidad mayor".

"El hito más importante es que hemos logrado multiplicar la media de donaciones de alimentos, que de normal estaba situada entre los dos o tres euros; en cambio, al ser todo el proceso digital y permitir así al donante hacer su donación desde donde quiera y cuando quiera, la donación se ha multiplicado por siete, logrando una media de donación entre 15 y 20 euros", subraya.

La transparencia es uno de los puntos clave de este proyecto, ya que el donante conoce el estado de su donación en tiempo real gracias al sistema ‘blockchain’, que permite saber si el dinero que ha donado llega al banco de alimentos, si está en una tarjeta y si ha sido entregada finalmente a una persona beneficiaria.

Otra de las ventajas que ofrece este sistema es que con su nueva operativa, se evita el esfuerzo físico y logístico por parte de los bancos de alimentos y supermercados.

“Además, en cuanto al transporte de alimentos, el proyecto contribuye a la reducción de la huella de carbono: evitamos el transporte por carretera, ya que son alimentos que no han salido del lineal de venta”, continúa Zaragozá.

Esta iniciativa también permite que las personas beneficiarias puedan consumir cualquier tipo de alimento: "Lo que hacemos es que ese dinero donado se convierta en una tarjeta y que prevalezca, así, la dignidad de la persona que recibe la ayuda, ya que pueden hacer la compra en los supermercados de forma independiente y tener de esta forma acceso a productos frescos o de higiene personal".

Expansión desde Castellón

“Ahora estamos trabajando el escalado del proyecto a nivel nacional, de forma digital con la aplicación en todas las comunidades, junto con los bancos de alimentos de cada una de ellas, aunque será la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) la entidad encargada de canalizar a cada banco las tarjetas correspondientes", señala a Efe.

Además, Zaragozá anuncia que trabajan también para "estar de forma física", mediante la puesta en marcha de tótems, en varias cadenas de supermercados no solo en la provincia de Castellón sino en las de Valencia y Alicante, así como en la Región de Murcia.

"El motivo por el que se han elegido estas provincias ha sido en el sentido de crecer y de copar en primer lugar la Comunidad Valenciana, que es de donde somos nosotros, y tener así la fuerza suficiente para luego entrar en el resto de comunidades más grandes", justifica.

En la provincia de Castellón, la demanda de ayuda ha aumentado alrededor de un 23 % con respecto al 2019. “En Castellón, las personas que necesitan recibir ayuda son 17.000 y a nivel nacional 13 millones, datos que se han visto acrecentados por la pandemia”, asegura.

Desde el lanzamiento del proyecto, la acogida por parte de los donantes "ha sido muy buena" y, a juicio de Zaragozá, "nos estamos dando cuenta de que España es una sociedad muy comprometida con las necesidades sociales, y en la pandemia se ha visto y demostrado que todos queremos arrimar el hombro"