La avenida de Lledó sumará otros 1,5 kilómetros de carril bici a la red ciclista de Castelló tras la finalización de la remodelación de este vial, en el 2023, tal y como refleja el anteproyecto realizado por el Ayuntamiento de la capital. Esta arteria por donde circularán las bicicletas pero también los patinetes (cada vez más utilizados) enlazará el centro de la ciudad con los carriles de estas mismas características de la ronda de circunvalación y con el del camí la Plana hasta llegar al Grau y la zona de la playa añadiéndose a la red de más de 100 kilómetros de carril bici con los que cuenta la capital castellonense en la actualidad.
El vial discurrirá por la parte derecha (sentido centro-basílica) de la avenida de Lledó y pasará por delante tanto del parque Rafalafena, cuya valla se retirará integrando el recinto y generará un espacio de mayor calidad fomentando de esta forma un mayor uso de dicho parque, y del parque del Auditorio en dirección al templo de la patrona, generando un espacio donde el peatón tendrá prioridad frente a la circulación de vehículos y convirtiéndose en una vía de pacificación del tráfico.
Y para que estos trabajos comiencen en los plazos previstos, la junta de gobierno local ha aprobado esta misma semana la licitación de la redacción del proyecto y su ejecución que comenzará a finales de año para estar acabada en 14 meses con un presupuesto de 3,3 millones de euros, el 50% con cargo al consistorio y la otra mitad de la obra se pagará con fondos europeos.
Drenaje sostenible
El anteproyecto también contempla un sistema de drenaje sostenible que hará que 587 metros cúbicos de agua de lluvia que previamente iban a la red de saneamiento, se infiltren en el terreno según las directrices de diseño internacionales. También se utilizará para el riego agua regenerada, no potable, afirmaron desde el Ayuntamiento de Castelló.
En cuanto a la salud urbana, en la avenida de Lledó se contempla una reducción notable del tránsito que comporta la mejora de la calidad del aire y la reducción del sonido. Además, se introducen áreas de arbolado y pérgolas que generarán sombras, láminas y juegos de agua y pavimentos drenantes que reducirán el estrés térmico. El objetivo del Ayuntamiento es la creación «de un espacio saludable y de bienestar con la intención de que el proyecto sea un ejemplo replicable de transformación urbana sostenible que sitúe a Castelló a la vanguardia.
