"Insomnio crónico", "ansiedad", "agotamiento"... Son algunos de los síntomas, descritos en informes médicos, que presentan varios vecinos de un bloque de viviendas situado en la calle doctor Ferrán de Castelló, justo en el cruce con la calle Benicarló. Está por tanto al lado de la biblioteca de Rafalafena, cuyas máquinas de aire acondicionado, ubicadas en la azotea, les impiden conciliar el sueño.

El problema es el sonido y las vibraciones que generan. "Es prácticamente imposible descansar por las noches, incluso haciendo uso de tapones para los oídos. El ruido, además de ser elevado, es intermitente dado que las máquinas se conectan y desconectan cada ocho minutos aproximadamente, agravando la molestia", relata en una de las numerosas quejas presentadas ante la Conselleria de Educación una de las vecinas, la misma que está diagnosticada de insomnio crónico desde que se trasladó a vivir a su piso actual, en el 2019. La problemática afecta también a los números 23 y 25 de la calle Benicarló.

Imagen de los aparatos causantes de la polémica. MEDITERRÁNEO

Por ello, los afectados piden la "paralización total" de la actividad de estas máquinas, puesto que de lo contrario "se iniciarán las acciones civiles, penales o que se estimen convenientes". Y es que a su juicio "se está poniendo en riesgo nuestra salud, bien supremo protegido por la Constitución Española y la legislación en general". También han mantenido reuniones en este sentido con responsables del Ayuntamiento, que por el momento tampoco han fructificado.

Retrasos

Desde la dirección de la biblioteca dan la razón a los vecinos y admiten la problemática, aunque eso no quiere decir que la solución vaya a ser inmediata. En una respuesta a las denuncias de los vecinos emitida desde la secretaria territorial de Castellón de la Conselleria de Educación, explican que la insonorización de estos dispositivos depende de un proyecto del Ministerio que data de julio del 2019, pero del cual aún no se ha licitado la obra.

Los afectados: "Si hoy ya no podemos dormir con las ventanas cerradas, ¿qué haremos en verano con las ventanas abiertas?"

No obstante, defienden que han hecho gestiones para instalar uno o varios aparatos de aire acondicionado portátiles que se pongan en marcha cuando finalice la jornada laboral y se apaguen al iniciar la jornada laboral siguiente, con lo que se podría apagar la enfriadora que causa el problema durante el tiempo que transcurra desde la instalación de dichos aparatos hasta la finalización de la obra prevista. Pero, de nuevo, "se está a la espera de la visita de técnicos especialistas en la materia que orienten sobre la viabilidad o no de la propuesta”.

"Si hoy ya no podemos dormir con las ventanas cerradas, ¿qué haremos en verano con las ventanas abiertas?", se preguntan los afectados con desesperación. De momento, las máquinas seguirán encendidas, y haciendo ruido.