Una reivindicación olvidada sobre un veneno olvidado. La Asociación de Afectados por el Amianto de Castelló, Asfami, lamenta la inacción institucional ante este material cancerígeno presente en viviendas y edificios públicos antiguos, y solicitan un plan específico para Castelló.

El amianto es un mineral formado por fibras microscópicas, que fue ampliamente utilizado en los sectores industriales y de la construcción, así como en el ámbito doméstico, por sus propiedades aislantes e ignífugas, especialmente entre 1960 y 1985. En España está prohibido desde el 2002 y en la Unión Europea al completo desde el 2005. Estos materiales son susceptibles de provocar un riesgo muy elevado para la salud una vez finalizada su vida útil, de unos treinta años. Desde Asfami Castelló indican que los últimos cálculos estiman que «de aquí al 2040 el amianto puede provocar entre 40.000 y 50.000 muertes». 

Por ello, explica el presidente de la asociación, Alejandro Ripollés, trasladaron al consistorio una batería de medidas que, dos años y medio después, siguen sin concretarse. Se trata de aspectos como la «elaboración de un estudio global de las edificaciones públicas y privadas en las que se encuentra este material cancerígeno, aprovechar las inspecciones técnicas de viviendas de más de 50 años para trazar un mapa municipal, crear una comisión de control y seguimiento con sindicatos, vecinos, afectados y asociaciones ecologistas y fijar una partida presupuestaria para realizar con éxito este estudio».

Asfami añade que, una vez realizado el estudio, «se debería dar cuenta a la Generalitat para poner en marcha las medidas oportunas para el desamiantado de los edificios en los que esté instalado» este material tóxico. Para completar estas medidas, Asfami propone «desarrollar una campaña informativa» que explique a la ciudadanía «los riesgos para la salud que implica el amianto», así como la concreción de «un espacio municipal específico para depositar residuos domésticos» que contengan el material, y «prestar apoyo a las víctimas y asociaciones de afectados».

Apuntan que en otros puntos de España se están llevando a cabo planes de retirada para el amianto, aprobando ayudas para que el desamiantado no recaiga únicamente en los particulares. En Castelló, en abril del 2018, se aprobó una declaración institucional para la retirada del amianto y la adhesión a la campaña Amianto Cero, pero no se ha concretado en hechos.