¿Por qué es La Guinea uno de los barrios más baratos de España?

La tasación de su metro cuadrado es una de las más bajas a nivel nacional

Nadie sabe con demasiada seguridad por qué el barrio de La Guinea de Castelló se llama así, La Guinea. La versión más extendida alude a la miseria que rodeaba a esta zona de la ciudad a mediados del pasado siglo, que recordaba a los soldados de Tetuán XIV al país, Guinea, donde algunos se desplazaban por ser una colonia española.

Lo que sí sabemos es que es uno de los barrios de España en los que la vivienda es más barata. Lo dice el último informe de la tasadora Tecnitasa, que sitúa el precio del metro cuadrado en una media de 490 euros, solo superado por distritos de Toledo (350), Elx (440), Alicante (445) y Ponferrada (480).

Situada a las afueras de la ciudad y junto al estadio Castalia, se trata de una zona con historia y tradición a la que la llegada del siglo XXI no ha sentado demasiado bien. La fuga de vecinos, la falta de inversión municipal en el equipamiento urbano y la okupación son, entre otros, los problemas que asolan a los habitantes de un barrio formado a partir de la inmigración que llegaba a la capital en los años 60 y 70, sobre todo de murcianos, andaluces y aragoneses.

Orígenes

Sus orígenes están en la expansión de Castelló de principios del siglo pasado, que fue desde el casco medieval hasta las afueras. Junto al río Seco empezaron a construirse casas los inmigrantes y personas sin recursos, al ser el terreno más barato.

Y de ahí deriva en parte la problemática actual, ya que lógicamente los materiales constructivos no eran los mejores y muchos de ellos no se han renovado. Poco a poco, de los 50 a los 70, el barrio fue creciendo, pero sin un plan urbanístico como el que, por ejemplo, se acometió en la zona de Rafalafena tras la actuación del Ministerio de la Vivienda.

No es la primera vez que La Guinea lidera por lo bajo este ranking, que se renueva anualmente, lo que habla de una tendencia muy consolidada. "Cómo va a venir la gente si casi ningún edificio tiene ni ascensor", explica Mari Carmen Motera, que regenta un quiosco en la zona desde hace más de dos décadas.

Poca actividad y vecinos muy mayores

Esto se traduce, entre otras cosas, en que muchos comercios han cerrado por falta de actividad, y en que la vecindad está mayoritariamente formada por personas mayores que viven desde hace muchos años en el barrio y por inmigrantes sin recursos. No hay, pues, relevo generacional, ni siquiera teniendo en cuenta que por solo 49.000 euros uno podría acceder a una vivienda de 100 metros cuadrados.

El barrio lo conforman casas unifamiliares, muchas abandonadas; edificios de varias plantas de más de medio siglo de antigüedad y una urbanización que remite a la capital de la Plana de los 80. Puri Giménez llegó hace más de 20 años al barrio y hubo una cosa que le llamó mucho la atención: "Cuando compramos la casa nos sorprendimos porque no había ni alcantarillado", una carencia impropia de finales de los 90.

Evolución del mercado de vivienda en Castelló

Evolución del mercado de vivienda en Castelló / MEDITERRÁNEO

Ambas vecinas echan en falta también una mayor voluntad por mejorar la zona a partir de actuaciones urbanísticas que mejoren el entorno. Motera pone como ejemplo el parque de la calle Hermanos Vilafañe, "que da pena".

Okupación

Estas carencias y el nulo interés por vivir en estos inmuebles pese a los bajos precios --hay que recordar, por otra parte, que Castellón es una de las provincias con el metro cuadrado más barato de España-- los hace objetivo preferente para los okupas, un colectivo con mucha presencia, reconocen los vecinos consultados. Y lo fue más unos años atrás, cuando la llegada de personas de otros países a la provincia para trabajar era mucho más habitual.

Pese a todo, hay espacio para el optimismo entre sus vecinos y un cierto orgullo de pertenencia. "No me cambiaría por vivir en ninguna otra zona", indica convencida Puri Giménez. Mari Carmen Motera, desde su quiosco, conoce "a todo el mundo". "Nunca he tenido ningún problema", añade. Pese a todo, la vida sigue en uno de los barrios más baratos de España.