Seis lugares de Castelló que ya no existen pero se mantienen 'vivos'

La simbología de ciertos puntos de las ciudades de todo el mundo es tan fuerte a veces que la desaparición física de los mismos no supone su muerte definitiva, sino que estos siguen plenamente vigentes incluso décadas después. Castelló no es una excepción y encontramos todavía hoy expresiones cotidianas que incluyen lugares que desaparecieron hace lustros. En Mediterráneo hemos recopilado media docena de estos pequeños milagros que han obrado los castellonenses, manteniendo vivos lugares extintos pero que ya forman parte de la mitología urbana de la capital de la Plana.

"¿Quedamos en la esquina de Simago o en Lemon?"

En 1969 llegaba a Castelló Simago, el primer centro comercial en el que los castellonenses pudieron experimentar como era eso de pasar una tarde en un negocio sin la obligación de comprar, únicamente mirando y disfrutando de novedades como para la época fueron las escaleras mecánicas de este negocio situado en la calle Mayor.

Simago es ahora Carrefour Market --antes fue Champion o Carrefour Express, entre otras denominaciones--, pero para muchos castellonenses que ya han pasado la cincuentena el nombre es lo de menos. No es extraño escuchar lo de "quedamos en la esquina de Simago" cuando amigos de toda la vida planean una salida por el centro de Castelló.

Un caso similar es el del otro centro comercial pionero en la capital de la Plana, Lemon, el edificio que ahora ocupa la tienda de moda Zara. Para los más veteranos, Lemon sigue siendo una referencia en pleno corazón de la ciudad. Un grupo musical, los Simago Lemons, homenajearon a estos dos puntos míticos de la ciudad.

El caso del Ricoamor

Siguiendo la senda musical, la sala Ricoamor es otro de esos excepcionales casos en los que la marca registrada queda vigente en el subconsciente. Aunque cerró sus puertas en el 2006, tras 14 años de intensa actividad casi todos los días de la semana, el local donde se ubicó se sigue relacionando con el mítico local, a pesar de que desde entonces ha pasado por varias denominaciones. La esquina de Alcalde Tárrega con Padre Vicent siempre será "la esquina del Rico" para los muchísimos todavía jóvenes y mayoría de mediana edad que vivieron los años de apogeo de la sala.

Los antiguos juzgados

Han pasado ya prácticamente tres lustros desde que se trasladaron a su actual ubicación colindante con la Ronda Este y el Bulevar Blasco Ibáñez, pero el edificio emblemático situado en la plaza Borrull de la capital de la provincia sigue siendo para muchos castellonenses "los juzgados", un punto esencial de referencia para ubicar encuentros en pleno centro de Castelló.

Sin embargo, la actual fisonomía de la zona cambiará en breve. Las instalaciones de Borrull experimentarán una profunda remodelación para albergar las oficinas de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. ¿Será el inicio de una nueva denominación o para los castellonenses seguirán siendo los juzgados? Solo el tiempo lo dirá.

¿Hasta cuándo seguiremos comprando en Pryca?

Los hipermercados Pryca adoptaron su nombre actual, Carrefour, hace más de dos décadas. ¿Pero quién en Castelló, o en otros puntos de la provincia, no ha escuchado a su madre, padre, tía, primo... ¿Nos vamos a comprar al Pryca? Seguramente muchos. Y es que a los castellonenses aún les cuesta, 21 años más tarde, cambiar la nomenclatura a uno de los grandes centros comerciales de la capital.

Aquellos veranos del Donelio's y la Casa de Baños

La última localización en la que el nombre con la que rea conocida hace años se impone a la actual nos lleva hasta la costa del Grao, a la playa del Pinar, más concretamente. Muchos castellonenses siguen situando en el Donelio's o la Casa de Baños su posición en la playa. se trata de una edificación. El restaurante Donelio’s abrió sus puertas en la playa del Pinar hace casi 40 años, cuando logró la concesión del Ayuntamiento de Castelló. En el 2009 se acabó la concesión y se iniciaron los trámites para su derribo.

Sin embargo, durante las tres décadas de vigencia, el Donelio's dejó su impronta en los castellonenses, que siguen refiriéndose al espacio donde estaba situado, en el actual Parque Litoral, con el nombre del establecimiento o, en su defecto, con el de Casa de Baños.