Un vial a disposición de los peatones principalmente. Así será la futura avenida de Lledó tras la remodelación prevista por el Ayuntamiento de Castelló y que será una realidad en el 2023. El anteproyecto de esta rehabilitación contempla más de un 35% añadido de zonas destinadas al peatón situándose estas en un 68% del total de la avenida, frente al 31% con el que cuenta en la actualidad. De hecho, el último tramo que parte desde la macrorotonda de la ronda hasta el templo de la patrona será totalmente peatonal. 

Este documento base sobre el que se perfilará la modificación del trazado, que llega desde la plaza María Agustina hasta la basílica a lo largo de 1,5 kilómetros, contempla, asimismo, una reducción notable del tráfico, lo que conllevará una mejora en la calidad del aire y una reducción considerable del ruido. Para darle mayor protagonismo al peatón, se introducirán zonas arboladas y pérgolas que generen sombras, láminas y juegos de agua, así como pavimentos drenantes de cerámica que reducen el estrés térmico en todo el recorrido de la avenida.

La eliminación de la valla del parque Rafalafena contribuirá a dotar a esta parte de la ciudad de una mayor seguridad y la integración de esta zona verde en el recorrido. Este contará, asimismo, con un carril bici para los ciclistas.

Reducción del tráfico

Los viandantes también tendrán a su disposición itinerarios continuos seguros, con un ancho superior a los cuatro metros para mantener las distancias de seguridad necesarias por la pandemia del covid-19.

La importancia que se le da al peatón en esta remodelación de la avenida de Lledó se traducirá también en el descenso del pase de vehículos pasando de los 4.251 por día actuales a los 537 y, con ello, disminuirán las emisiones de carbono hasta en un 87%.