Un estudio de la UJI revela que durante el primer estado de alarma la satisfacción con la vida durante el confinamiento fue aumentando de forma paulatina, y que esta fue todavía mayor para aquellas personas con una expectativa de confinamiento más larga. Según los investigadores del Laboratorio de Economía Experimental lo que afectó a este sentimiento fueron las falsas expectativas que la población recibía sobre el final del confinamiento. El incumplimiento de estas generaba emociones negativas como la frustración.

El experimento pretendía examinar la evolución de esta satisfacción durante la primera fase de la pandemia hasta la vuelta progresiva hasta la normalidad. Para ello se realizó un estudio en línea (mediante la plataforma Googleforms) con 1.131 personas voluntarias de una edad media de 30 años (96% de la Comunidad Valenciana, 79% de la provincia de Castellón). Al inicio del estado de alarma se requirió de los participantes una estimación sobre la duración del mismo incentivando la respuesta mediante la adjudicación aleatoria de 20 premios de 200 euros entre los acertantes.

Proceso de 84 días

Fue un proceso de 84 días consecutivos (del 29 de marzo al 20 de junio de 2020), llevado a cabo por Gerardo Sabater Grande, Aurora García Gallego, Noemí Herranz Zarzoso, del Departamento de Economía de la UJI y Nikolaos Georgantzis, con doble afiliación del Departamento de Economía UJI y BSB - Escuela de Negocios de Borgoña. Estos idearon un cuestionario diario que se enviaba a los participantes incluyendo dos preguntas básicas relacionadas con la satisfacción con la vida y el estado de salud.

De esta manera, dos veces a la semana, se incluían tres preguntas más vinculadas a la enfermedad: si se había mostrado algún síntoma, si estarían dispuestos a hacerse un test gratuitamente (aceptando un confinamiento obligatorio en caso de ser positivo), o pagar por el mismo para recibir información privada sobre un posible positivo (dejando en manos de la responsabilidad individual el confinamiento consiguiente). Además, también se obtuvieron datos sobre rasgos de personalidad mediante el test NEO-FFI, con el objetivo de analizar la evolución de la satisfacción en función de los mismos. En concreto, dichos rasgos son neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia, amabilidad y consciencia.

Los resultados de este estudio concluyen que no sólo los sujetos más optimistas sobre el fin del confinamiento reportaron un grado de satisfacción con la vida diaria menor, sino también aquellos con rasgos de personalidad más neuróticos y menos amables. Adicionalmente, aquellos sujetos que reportaron mayores niveles de satisfacción con la vida durante el confinamiento, estaban más dispuestos a pagar por hacerse un test privado y menos a aceptar un test gratuito que pudiese conllevar un confinamiento obligatorio.