El Obispado de la Diócesis de Segorbe-Castelló considera "improcedente" la retirada de la cruz de los caídos del parque Ribalta de la capital de la Plana aludiendo a su carácter de símbolo religioso cristiano.

Así lo ha trasladado el Obispado al Ayuntamiento de Castelló en respuesta a la comunicación de la intención de la corporación municipal para proceder a suprimir el monumento.

La Diócesis defiende que "la utilización de la cruz de manera partidista por cuestiones políticas, tanto al construirla como al retirarla, no altera el único significado que es religioso", a la vez que añade que el monumento fue erigido en el 1944 y "resignificado desde la transición democrática en plenario del Ayuntamiento de fecha 31 de mayo de 1979, como un símbolo de concordia, de convivencia en libertad y recuerdo a las víctimas de todo tipo de violencia, por lo que en la actualidad está desprovisto de cualquier ideología política".

Ley de Memoria Histórica

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La institución religiosa incluso llega a expresar en su escrito que "a dicho monumento no le afecta la Ley de Memoria Histórica" al considerar que "la única razón para su retirada sería que fue construida en 1944", con lo que ironiza que "por la misma razón, el Ayuntamiento debería proceder a retirar todo lo construido hasta el comienzo del periodo democrático".

Por otro lado, el Obispado critica que la voluntad de retirar la cruz es "contraria" a la adhesión de Castelló al programa Municipios por la Tolerancia. Todas ellas son algunas de las razones por las que la Diócesis concluye que "no existe motivo objetivo alguno para su retirada" y responde de esta forma al consistorio de la capital de la Plana.