Emotiva vuelta de la Festa de la Rosa en Castelló tras dos años sin celebrarla a causa de la crisis sanitaria del coronavirus. La Plaza Mayor de la capital se vistió de gala anoche y los castellonenses respondieron, agotando las 500 invitaciones dispuestas por el Ayuntamiento para asistir al evento en cumplimiento de todos los protocolos y medidas de seguridad frente al coronavirus. 

Había ganas de música y, aunque el acto fue distinto a otros años y no contó con el popular concurso y reparto de rosas --en la última edición se entregaron más de 700 a los asistentes--, sí estuvo marcado por la alegría de poder retomar, poco a poco, la agenda cultural y social en la provincia tras unos durísimos meses de pandemia. 

La fiesta no estuvo precedida, como en otras ocasiones, por las serenatas de los sábados de mayo, pero intentó trasladar un mensaje de optimismo y alegría a los ciudadanos en una noche llena de magia y emoción.

La Festa de la Rosa volvió en forma de concierto y contó con la actuación de seis grupos de rondalles: Jacaranda, KabòCafé, Rosa de Maig, Tuna de Magisterio, Vora Séquia i Voz y Modos. 

En directo y en ‘steaming’

El público lució mascarilla para la ocasión

Las mascarillas y la distancia social fueron una constante durante la celebración de los conciertos. Los asistentes disfrutaron de la tradicional celebración que engalana el centro de la ciudad de amor y romanticismo, pero también se pudo seguir el evento desde casa, pues con el objetivo de acercar el acto a las casas de los castellonenses, se retransmitió en directo, en streaming, a través del canal de Youtube del Ayuntamiento de Castelló.

Un momento de una de las actuaciones David García

«Desde el Patronato Municipal de Fiestas hemos querido recuperar la Festa de la Rosa adaptada al contexto actual, respetando todas las medidas anticovid», explicó el concejal de Fiestas, Omar Braina. Por ello, el evento contó con un control de accesos y se dispensó gel hidroalcohólico a los espectadores. Asimismo, se perimetró la Plaza Mayor y se habilitaron tres accesos: desde la plaza Pescadería, desde la plaza de la Hierba y desde la calle Arcipreste Balaguer. Asimismo, en cada invitación se detalló el acceso y la hora para entrar de forma escalonada y evitar las aglomeraciones. 

Castelló disfrutó de una bella tradición que había casi enterrado en sus recuerdos y sintió que la normalidad está más cerca.