El hermanamiento es un enlace que realizan pueblos y ciudades de diferentes puntos geográficos con el objetivo de fomentar el contacto cultural, político e incluso empresarial entre ellos. Es bastante común que los protagonistas de la unión compartan con anterioridad algún vínculo, ya sea una característica social, un contacto empresarial, etc.

Castelló cuenta con hasta cuatro ciudades hermanas. La primera en unirse a este grupo fue Chatellerault, en 1987. Se trata de una ciudad francesa situada en la región de Nueva Aquitania que está habitada por poco más de 30.000 ciudadanos.

El motivo por el cual unieron sus caminos fue de lo más anecdótico. La similitud de sus nombres, que en latín serían traducidos como "castillo pequeño", fue la clave principal para que ambas ciudades hicieran el ejercicio de considerarse hermanas. Hay que mencionar que en esa época crear uniones entre pueblos era una acción muy popular.

La segunda fue Lleida. La capital de provincia catalana y Castelló sellaron su hermanamiento en 2016, justo cuando se celebraba el 765 aniversario de la capital de la Plana. El motivo fue principalmente histórico, ya que los vínculos que unen estas dos se remontan al 8 de de septiembre de 1251, cuando el Rey Jaume I otorgó a Ximén Pérez de Arenós, a través del documento llamado privilegio de traslado, la autorización para desplazar la villa de Castelló de la montaña a la plana. 

La propia alcaldesa Amparo Marco afirmó el día que se hizo oficial la hermandad que "765 años después, Castelló y Lleida vuelven a encontrarse en el camino. Somos pueblos con identidades comunes, con coincidencias, con una estructura social similar, con un rango de capitalidad que nos hace ser núcleo administrativo y de servicios para las poblaciones del área metropolitana".

Solo un año se hizo esperar el tercer vínculo, esta vez fue con Targoviste, una ciudad rumana que cuenta con aproximadamente 90.000 habitantes. En este caso la unión se ejecutó por un motivo social, ya que la población de origen rumano llegó a constituir en algunos años no muy lejanos el 15% de la población de Castelló, y muchos de ellos eran provenientes de Târgoviste.

En 2018 se formalizó la última incorporación a este grupo de ciudades. Se trató de una ciudad japonesa de 173.730 habitantes llamada Ube. Sí, Castelló tiene un vínculo especial con un pequeño punto geográfico de Asia.

El motivo en este caso viene dado principalmente por la empresa UBE, que cuenta con sede empresarial en el polígono del Serrallo en Castelló. Amparo Marco agradeció en su momento los esfuerzos que hizo la firma UBE para llegar que se completara el proceso de hermanamiento.