Los chiringuitos de Castelló serán los últimos en inaugurar la temporada turística de toda la provincia ya que ni la dirección general de Costas de la Conselleria de Política Territorial ni Costas del Ministerio de Transición Ecológica han emitido, por el momento y a fecha de ayer, los informes que autorizan la apertura de los cuatro chiringuitos, cinco zonas de hamacas, dos estaciones náuticas y varias áreas de ocio infantil durante este mes de junio. Una situación que impedirá la inauguración de estos recintos antes del 1 de julio (a diferencia de lo que sucede en las playas de Burriana o Almassora), tal y como contempla la normativa referente a la protección del chorlitejo patinegro.

Montaje de chiringuito, ayer, en la playa del Gurugú. ANDREU ESTEBAN

A pesar de que el Ayuntamiento de Castelló contempla en el plan de explotación de estos servicios que se adjudican a partir del 1 de junio, el decreto autonómico sobre medidas de protección ambiental recoge que, «por presencia de fauna (chorlitejo), los establecimientos expendedores de comida y bebida de carácter estacional» quedan excluidos entre el 1 de marzo y el 30 de junio en las playas. Y así lo informará en el documento no vinculante que tiene que remitir (aún no lo ha hecho) a Costas, que es el organismo el que, a fin de cuentas, tiene que autorizar la apertura de los chiringuitos. Todo hace prever que la temporada no comenzará hasta julio.

El «inconveniente»

El problema principal radica, según el vocal de Chiringuitos de Adepla, Javier Alegre, en que todas las playas de Castelló tienen la calificación «como si en las tres hubiera nidos del chorlitejo patinegro cuando en realidad solamente están en el Serradal y ahí no hay ningún merendero». «Si cambiaran esta nomenclatura, tanto el Pinar como el Gurugú no tendrían inconvenientes a la hora de inaugurar los chiringuitos antes del mes de julio», prosiguió Alegre. «Se trata de unas gestiones que se tienen que hacer con tiempo y el Ayuntamiento de Castelló lo tendría que haber gestionado con la Conselleria, pero no se ha hecho nada al respecto», recordó el representante de los empresarios de este sector.

Los locales ya lo tienen prácticamente todo preparado para la apertura. ANDREU ESTEBAN

«Vivimos una gran incertidumbre porque estamos levantando las instalaciones sin saber cuándo podremos abrir», afirmó Alegre, quien cifró en alrededor de 120.000 euros las «pérdidas globales de todos los chiringuitos durante el periodo en que permanezcan cerrados este mes». Además, destacó que 150 personas contratadas dependen también de la inauguración de la temporada «e ignoramos cuándo podrán comenzar a trabajar». «Ha sido un año ruinoso por la crisis del covid y ahora vamos a tener aún más pérdidas porque no podemos abrir ya», concluyó Alegre.