Tomatillo le salvó la tarde a Adolfo Martín. Venía el ganadero con la vitola de ser uno de los triunfadores de la última Magdalena y, sin embargo, se le desinflaba la tarde a medida que salían los pupilos, carentes de aquello que precisamente ha encumbrado a esta ganadería: la casta y la emoción.

Hasta que apareció por chiqueros Tomatillo. Con la bravura escondida entre sus escasos quinientos kilos. Hasta que aparecieron los montados. Empujó de verdad en el caballo este tercero de la tarde, que metió los riñones y la cara abajo. Lo vio Daniel Luque, que con aires camperos dejó al toro a una distancia prudencial para lucirlo. Y se arrancó al caballo al galope de nuevo. La plaza en pie. Luego llegó un tercio de banderillas delicioso, con una brega de José Chacón de las que se cotizan. Saludaron Juan Contreras, Alberto Zayas y Chacón con el capote. Era momento para que la recién estrenada banda de música, la Schola Cantorum de la Vall d’Uixó, hiciera sonar la música, que por cierto, lo hace a las mil maravillas y suena de manera envidiable en el coso capitalino.

'Tomatillo' y Luque plasmaron una sincronía perfecta, con el toro de Adolfo Martín, premiado con una merecida vuelta al ruedo, con el hocico haciendo surcos en la arena. Vicent Canelles

Encastado resultó el toro, que repitió por abajo con emoción. Y frente a el, un Daniel Luque pletórico, alargando la embestida, ligando en un ladrillo. La mano baja y el arte por las nubes. Toro para apostar, que tuvo la suerte de encontrarse con el gran momento del sevillano, que se embriagó de faena. Repitió el toro con esa elasticidad propia de los saltillos y Luque soltó la muñeca, gobernando la embestida con insultante autoridad. La plaza en pie. La soberbia estocada fue el perfecto epílogo. Las dos orejas cayeron a plomo. Y el pañuelo azul después, el merecidísimo y justo premio a la casta. Tomatillo y Luque ya se postulan como los grandes triunfadores de una feria que solo ha hecho que empezar y en la que ya se ha puesto el nivel muy alto.

Daniel Luque incluso aprovechó las opciones que dejó algún toro de Adolfo para lucirse con el capote en las manos. Vicent Canelles

Ya apuntó Luque al inicio de la tarde que su maridaje con Adolfo iba a tener tan fructíferos resultados. Abría la cara este primero. La ovación que recibió el toro de salida se tornó pronto en protestas al flojear el gris de los cuartos traseros. La falta de fuerzas condicionó la obra de Daniel Luque. Lo mantuvo en pie la autoridad y el trasteo estuvo presidido por la ausencia de emoción, que es justo para lo que acudió ayer la afición a la plaza. Lo cuidó Luque, le aplicó delicadeza y lo toreó a placer, desmayado y natural. Con ausencia de toques, embarcando con los vuelos de la pañosa, con esa naturalidad nada impostada. Todo a derechas, pues desistió al natural al colársele de manera descarada en el primer encuentro. Ya no volvió el torero a enseñarle la muleta por ese pitón.

No tuvo opción Daniel Luque con el quinto de la tarde, falto de todo. Lo intentó el de Gerena pero se estrelló con un animal que no es lo que se espera de esta ganadería. Estuvo incluso hasta demasiado tiempo en la cara del toro.

De Justo, sin fortuna

Emilio de Justo pasó de puntillas en su debut por Castellón. Esta vez los grises no realzaron las condiciones de este torero. Fue el segundo el toro más serio de la corrida. De plaza de primera. Ofensivo sin estridencias. Emilio de Justo, curtido en estas lides, entendió la importancia del tercio de varas y tomó las riendas para colocar el astado al caballo en la distancia justa para el lucimiento. Aunque quien no se lució fue el picador, Félix Majada, todo un experto en lanzarle el palo a este encaste, pues a diario lo hace como mayoral en la ganadería de Victorino, que al caso, es lo mismo. Le faltó casta al toro, de corto recorrido y ausencia de entrega. Emilio le aplicó la ciencia adquirida en cuanto a alturas y colocación. Sin adelantar en excesivo los engaños para aprovechar el viaje, dando tiempo y sin apretar a un toro que amenazaba con rajarse. Lo mejor, una soberbia estocada hasta los gavilanes con la que tumbó al animal sin puntilla.

El cuarto fue devuelto por su manifiesta endeblez y salió un sobrero de Las Ramblas muy hondo, con son y galope franco de inicio. Apuntaba mejores maneras de lo que acabó siendo. Engañó a Emilio de Justo, que lo brindó al público. Embistió a media altura y sin ritmo, acabándose en un suspiro. No hubo manera de que Emilio de Justo, que salió muy espoleado por el triunfo de Luque, le encontrara algún resquicio al animal con el que levantar el vuelo de la faena. Nada de nada.

Emilio de Justo demostró el buen tino que tiene con la espada para matar a sus oponentes. Vicent Canelles

Quedaba el sexto, corniabierto como alguno de sus hermanos. Bajo el toro. Quiso De Justo en todo momento, pero tampoco este adolfo tuvo virtudes para hilvanar faena alguna. Ya en banderillas apuntó esa condición, muy agarrado al piso y esperando a los de plata, que pasaron lo suyo para dejar los palos. A esas horas de la noche ya estaba todo el pescado vendido y el público, con ganas de irse a casa, se apresuró a encontrar sus salidas. Y lo hizo con el sabor agridulce de una tarde en la que solo uno de los adolfos, el tercero, cumplió con las expectativas. Tomatillo salvó al ganadero y el público vibró con la emoción de un toro bravo y un torero en estado de gracia, que supo aplicar la técnica al servicio del arte.

Y aunque por la mañana los criterios eran dispares --hubo división de opiniones para enlotar--, al final, el toro pone a cada uno en su sitio y es en el ruedo donde se demuestran las armas de los protagonistas. Adolfo mostró la casta de su ganadería con Tomatillo y Daniel Luque respondió con ese estado de gracia en el que se encuentra. Y el público salió medio feliz.

Cartelazo para el viernes

La segunda corrida de la Feria de cine llega con un auténtico cartelazo. El que integran Morante de la Puebla, El Juli y Pablo Aguado, el toreo revelación que hará su presentación en Castellón, donde ni siquiera actuó en su época de novillero. Se medirán a una corrida de Alcurrucén, encaste Núñez, que no se anuncia en esta plaza desde hace más de un lustro. El festejo también dará comienzo a las 20 horas por un doble motivo. Facilitar la asistencia a aquellos aficionados que trabajan y, como sucedió ayer jueves, tratar de que la temperatura en las gradas sea agradable.

Ambientazo el domingo

La venta de entradas sigue a buen ritmo en las taquillas, con horario de 10 a 14 y de 17 a 20 horas. También es posible adquirirlas, cómodamente desde casa, en la página web de la empresa y a través de la plataforma Bacantix. Queda muy poco papel a la venta para el mano a mano del domingo entre Manzanares, que ayer cortó nada menos que cuatro orejas en Alicante, y el ciclón Roca Rey, quien no quiere dejarse ganar la pelea como el diestro que más pasión despierta en este momento. Las localidades disponibles de Sol muy escasas y las que restan de Sombra, a día de hoy, solo se cuentan por decenas. El esquema completo del serial queda como sigue:

Cartel completo de la Feria de cine con todas las figuras del toreo y las ganaderías del momento.