Vecinos y veraneantes se llevaron ayer una desagradable sorpresa en una de las playas más emblemáticas de Castelló, la del Gurugú. Sobre las 15.00 horas, se izó la bandera roja y se comunicó a los presentes que el baño quedaba prohibido. El motivo, la detección por parte del Servicio de Planificación de Recursos Hidráulicos y Calidad de las Aguas de la Generalitat Valenciana de una contaminación de origen residual. 

«Las muestras de las aguas analizadas han superado los límites establecidos según el Real Decreto 1341/2007 de 11 de octubre sobre la gestión de aguas de baño para ser aptas para el baño al haberse identificado niveles elevados en los parámetros microbiológicos», explicó después el Ayuntamiento en un comunicado. Fuentes municipales admiten que se desconoce el origen del vertido «puntual» que ha provocado este daño. «Se está estudiando», aseguran, al tiempo que desvinculan los hechos de las obras del colector general del camí La Plana. El consistorio asegura que, según han constatado ya los servicios técnicos municipales, el vertido «es anómalo». 

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Asimismo, en las próximas horas «se tomarán nuevas muestras de agua y se comunicará por vías oficiales cuando se proceda a la reapertura al baño en la citada playa». Se desconoce cuándo castellonenses y visitantes podrán volver a bañarse en las aguas del Gurugú, pero el consistorio apunta que la situación podría prolongarse «durante varios días». El baño no estará permitido hasta nueva orden, pero la playa permanece abierta para estar en la arena y utilizar cualquier otro servicio.

El concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro, se personó en la zona para conocer de primera mano el suceso. «Los datos de la analítica nos hacen pensar que este episodio de contaminación ha sido producido por un vertido de aguas residuales almacenadas. Confiamos en que los valores se restablezcan en unas pocas horas», indicó. «Desde el Ayuntamiento hacemos muchos esfuerzos para cuidar la riqueza natural que son nuestras playas, pero necesitamos implicación de la ciudadanía para identificar cualquier posible vertido que nos perjudica a todos», añadió el edil.

Es el segundo traspié del verano en las playas. Primero, los propietarios de los chiringuitos amenazaron con no abrir en todo el estío por la prohibición de Costas de no permitir la apertura hasta julio. Ahora, en los primeros días de chiringuitos en funcionamiento, el sector turístico sufre este nuevo revés.