El nuevo Plan General de Castelló recoge una superficie de más de 6,4 millones de metros cuadrados que serán destinados a sectores de nuevos desarrollos para actividades económicas (4,2 millones de metros cuadrados) y residenciales (2,14 millones). El Ayuntamiento de Castelló remitió a la Comisión Territorial de Urbanismo la propuesta de Plan General Estructural aprobada en el pleno extraordinario del pasado 28 de junio que prevé un total de 6.407.880 metros cuadrados de suelo para los nuevos desarrollos. 

La alcaldesa, Amparo Marco, destaca que el nuevo documento que define el urbanismo de la capital para los próximos 20 años se basa en unos criterios de sostenibilidad del territorio y, al mismo tiempo, posibilita el desarrollo económico y social de la ciudad.

Mejoras

En este sentido, el Plan General basa su crecimiento urbano en criterios como la delimitación previa de la infraestructura verde para conseguir que los nuevos desarrollos propuestos sean compatibles con la conservación y mejora de los entornos; la adecuación de las superficies de crecimiento a las necesidades reales, de acuerdo con la población esperada (tanto en uso residencial como en el industrial y terciario); y la voluntad de conseguir una ciudad compacta, con unos bordes urbanos definidos y cuidados, que configuren una fachada de calidad y una adecuada relación con el suelo agrícola que la rodea. 

Sectores

El nuevo planeamiento sitúa los crecimientos residenciales en el lado oeste de la ciudad, para procurar el cosido de los flecos e implantaciones dispersas en esa parte del territorio, enlazando con las zonas urbanizadas del Raval universitario. Por otra parte, también han mejorado la preservación de la zona de transición entre el núcleo urbano y la franja litoral, evitando la implantación de nuevas infraestructuras que generen un efecto barrera. 

Respecto al suelo urbano y urbanizable residencial, han definido los bordes urbanos y los espacios de transición entre usos para lograr su integración. Y en los suelos industriales previstos, han potenciado los grandes núcleos industriales en el sur y al oeste del término municipal y, como sector logístico, los terrenos colindantes con el puerto de Castelló. 

Todos estos cambios tienen como finalidad satisfacer las necesidades sociales y económicas de la población actual y futura sin comprometer la conservación de los recursos naturales y los valores ambientales de la ciudad.