El presidente de la federación Fampa Castelló Penyagolosa, Pep Albiol, lamentó ayer que el ámbito educativo se haya convertido, a raíz de la polémica por los libros LGTBI, en «una campo de batalla político por cuestiones ideológicas». «Aunque no nos guste el auto, las decisiones judiciales están para cumplirse».
«Nosotros estamos a favor de la educación sexual en las aulas, así que estamos a favor de este tipo de propuestas si se adoptan según un criterio pedagógico, de algún experto», aseguró Albiol.
Más beligerantes se han mostrado en la Confederación de Ampa Gonzalo Anaya de la Comunitat Valenciana, de la que forma parte Fampa Castelló Penyagolosa, que han recomendado a todos los consistorios valencianos que también incorporen estas obras a las bibliotecas de los centros educativos.
«¿Qué será lo siguiente quemar los libros en el patio?»
Según su presidente Rubén Pacheco, este auto judicial «nos asombra y nos estremece» porque «nos retrotrae a épocas históricas que ya hemos dejado atrás». «¿Qué será lo siguiente quemar los libros en el patio?», ironizó Pacheco.
Para Pacheco al quitar estos 32 libros, «se vulnera el derecho de los chicos y chicas de FP, Secundaria y Bachillerato, de conocer la realidad que los rodea, una realidad en la que existe una diversidad sexual».
Al mismo tiempo, esta decisión judicial supone «una rémora» en una época de la vida de los jóvenes donde la educación afectivo-sexual es indispensable para prevenir «graves trastornos o incluso suicidios».