El transporte privado y comercial copa el 62,72% de las emisiones de C02 en la ciudad de Castelló, muy por delante de la huella que genera el resto de equipamientos. Esta es una de las conclusiones de la jornada participativa del Plan de Acción por el Clima que impulsa el Ayuntamiento de la capital de la Plana. El consistorio ultima la estrategia para reducir un 55% las emisiones de CO2 en la ciudad, en 2030, y mitigar el impacto del cambio climático. Para ello, en el encuentro se recabaron propuestas de parte de diversos agentes sociales, ecológicos y económicos.

La iniciativa forma parte del Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía y contó con la apoyo externo de la consultora Considera. Los datos analizados corresponden al ejercicio 2018-2020. El inventario muestra el peso de los diferentes sectores en las emisiones de CO2 en la capital de la Plana. Así, el transporte privado copa el 62,72% de total; los edificios, equipamientos e instalaciones terciarias como fábricas, un 22,31%; y los inmuebles residenciales, un 14%.

«Los datos mostrados nos han de animar al conjunto de la ciudad a trabajar para cumplir con el reto de reducir un 55% las emisiones de CO2 en 2030», señaló Fernando Navarro, concejal de Transición Ecológica. El edil también señaló el siguiente objetivo al respecto: la total descarbonización que marca como objetivo el Pacto Verde Europeo para 2050.

Acelerar

Uno de los propósitos de la estrategia es acelerar todos estos procesos para hacer de Castelló una ciudad menos contaminante. En la jornada se mostraron las cifras de la huella de CO2 en la ciudad, así como una evaluación del clima y análisis de la vulnerabilidad ante los riesgos climáticos. 

Esta evaluación de riesgos señala el impacto del cambio climático en cuanto a inundaciones, aumento de temperatura, precipitaciones extremas, incendios y sequías. Entre las conclusiones destaca el riesgo alto de inundaciones en edificios, transporte y agricultura y sistemas forestales, donde también planea la amenaza de la sequía y los incendios

En definitiva, como explicó el edil Navarro, el encuentro sirvió para escuchar «a la sociedad civil sus propuestas para disminuir la huella ecológica en diferentes sectores de la ciudad que integrarán» el futuro Plan de Acción.  

FUTURA ZBE EN EL CENTRO

Castelló, como ciudad de más de 50.000 habitantes y tal y como marca la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, debe cumplir la obligación de implementar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) antes del 2023. Para ello, ha solicitado fondos europeos para un proyecto total de 18 millones de euros. Según la primera memoria con la que trabaja el consistorio, la ZBE de Castelló cubrirá una superficie de 745.000 metros cuadrados en el centro de la capital de la Plana y ayudaría a reducir las emisiones.