El Periódico Mediterráneo

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EDIFICIO DE LA CALLE BORRIOL

La Policía Local de Castelló intervino en la finca con pisos okupados por molestias

Los agentes fueron a una vivienda en la que había excesivo ruido alertados por un vecino

Parte trasera de la finca con tres pisos okupados, en la calle Borriol de Castelló.

La Policía Local de Castelló intervino en la finca de la calle Borriol en la que hay tres pisos okupados debido a las molestias vecinales ocasionadas por los moradores ilegales asentados en una de las viviendas. Así lo confirmaron ayer fuentes policiales al periódico Mediterráneo, quienes explicaron que uno de los residentes de la finca llamó a la Policía Local el pasado 7 de diciembre debido a los excesivos ruidos que se estaban produciendo en uno de estos pisos okupados, lo que hizo que los policías se personaran en el lugar de los hechos para intentar resolver el problema.

Este conflicto es uno más de los varios que están ocasionando estas personas que han entrado a vivir en tres pisos sin contar con la autorización de la propiedad (Sociedad de gestión de activos vinculados al sector inmobiliario --Sareb--) al resto de la comunidad de vecinos (alrededor de una veintena), como publicó ayer este diario.

Autorización

Sin embargo, ni los agentes de la Policía Local ni los de la Policía Nacional pueden actuar en el desalojo de estos pisos sin contar la autorización de un alzamiento procedente de un juzgado. Una petición que tendría que solicitar la Sareb, con la que este periódico intentó ayer ponerse en contacto sin éxito para tratar de recabar información sobre las acciones que estaría llevando a cabo para solucionar este problema que sufren los vecinos. La que sí que atendió a Mediterráneo fue Solvia, inmobiliaria que comercializa la transacción de los pisos en esta finca en cuestión. «Tenemos siete viviendas a la venta y algunas de estas podrían ser las que están okupadas pero la propiedad es de Sareb», explicaron fuentes de esta entidad. 

Mientras, los castellonenses que viven en este edificio de la calle Borriol esperan una solución porque los contadores del agua y de la luz de los okupas siguen enganchados a los del resto de residentes, una de las terrazas acoge a dos perros rodeados de suciedad y excrementos y hasta se ha producido algún robo de los trasteros.

Tal y como afirmaba uno de los vecinos a este diario, la presencia de «estos individuos se ha convertido en insostenible y ya afecta a la convivencia diaria».

«Ante esta situación, desde la Policía Local no podemos hacer nada, tan solo acudir cuando nos requieran ante algún problema de seguridad ciudadana o desorden», afirmaron las mismas fuentes policiales. 

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