El jurado popular del juicio del denominado caso de los sobres ha declarado "no culpables", con un resultado de siete votos contra dos, a los tres encausados, Enric Nomdedéu, Ali Brancal y Miquel Torres, concejales los dos primeros y asesor el último del grupo municipal Compromís en el Ayuntamiento de Castelló en el momento de los hechos juzgados, por lo que considera que ninguno de los tres cometió un delito de malversación de fondos públicos al, presuntamente, enviar, a través del servicio postal del consistorio, propaganda electoral relativa a las elecciones europeas de 2014. El tribunal también absuelve a Nomdedéu del otro delito en el que estaba acusado en este proceso impulsado por el Partido Popular: falsedad documental.

El jurado ha estado deliberando desde que ayer el magistrado les hizo entrega de las preguntas que debían responder, tras haberse celebrado el juicio el pasado 12 de enero en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón. De este modo han considerado a los tres acusados no culpables de los delitos de los que se les había acusado, y por los que la acusación solicitaba penas de entre tres y seis años de cárcel. En concordancia con esta decisión, el magistrado absolvió a los acusados tras la lectura del veredicto popular.

La acusación solicitaba tres años de cárcel para cada uno de los acusados y en el caso de Nomdedéu, actual secretario autonómico de Empleo, otros tres años por falsificación documental, mientras que la Fiscalía había mantenido la petición de libre absolución para los tres encausados.

El juicio

Los hechos juzgados ocurrieron en 2014, pero no vieron la luz hasta cuatro años después, en 2018. En esa fecha, Juan José Pérez Macián, exconcejal del PP en Castelló y ahora denunciante, encontró, según indicó en el juicio del martes, 15 sobres en una caja de su despacho. Los había obtenido en 2014, cuando era teniente alcalde y concejal de Hacienda de la capital de la Plana. 

Al respecto, Macián explicó que un viernes de mayo de 2014 recibió la llamada del jefe de Asuntos Internos, Carlos Limonge, quien le advertía de que «algo sospechoso» había detectado en cinco cajas que pretendía enviar el grupo municipal Compromís. Limonge, que también declaró en la Audiencia Provincial, dijo que vio «unas carátulas de propaganda electoral», y que bloqueó el envío hasta recibir el visto bueno de Macián, su superior.

Ese visto bueno llegó después de que Nomdedéu, entonces portavoz de Compromís, firmara un requerimiento asegurando que en los sobres había lo que solían enviar periódicamente: el boletín de información municipal. Los sobres se enviaron con normalidad.

Limonge también apuntó que Macián le dijo que, si llegaban algunos devueltos, se los entregara. Y eso hizo. Macián los guardó hasta ese día de 2018 cuando, ya en la oposición, los vio supuestamente en una de esas cajas con las que se produjo la mudanza de despachos de 2015, al cambiar de manos la alcaldía. A contrario de lo que le había parecido en 2014, uno de los sobres «estaba abierto». Entonces, en un pleno extraordinario de 2018 sobre corrupción, Macián realizó una «simulación» al sacar un sobre con papeletas electorales, y anunció que presentaría una denuncia.

En su declaración, Macián indicó también que en su momento, al parecerle extrañas esas cajas, informó de ello a la junta electoral, mediante un correo electrónico que ni aportó en la instrucción ni durante el juicio de esta semana. De hecho, en la lectura del veredicto, el tribunal popular ha remarcado que no vieron ni estos correos, ni los vídeos de Facebook que dijo haber visto Macián con los acusados metiendo papeletas en sobres, ni el sobre que afirmó haber recibido en su casa un único testigo. También subrayan que los sobres que aportó Macián no estuvieron "custodiados" desde 2014 hasta 2018.

Las defensas

Ya en la sesión del martes, la defensa del principal acusado, Enric Nomdedéu, subrayó la «intención política» de la denuncia. Nomdedéu defendió la honestidad de su labor pasada como concejal y actual al frente de la secretaría autonómica de Empleo. «Soy serio, formal y no soy un delincuente», apuntó. «Después de este calvario sigo pensando que en los sobres había lo único que podía haber». Tanto él como los también acusados Brancal y Torres remarcaron que ni ordenaron ensobrar ni ensobraron aquellos sobres, al ser algo que no era de su competencia.

Torres indicó que eran los militantes quienes hacían ese «ensobrado», que estaba autorizado por el Ayuntamiento, y comentó que «podía acceder a esos sobres cualquier persona, incluso el denunciante, que entonces se encargaba del funcionamiento administrativo del Ayuntamiento».

En esa línea, dos militantes de Compromís testificaron para explicar cómo se realizaba el ensobrado, bien en la sede de Castelló o en domicilios particulares, y asegurar que los acusados no participaban. También testificó el miércoles un vecino de Castelló que afirmaba haber recibido uno de esos sobres, con la supuesta propaganda electoral de hace siete años, pero que no lo conservaba. 

Tras la ronda de declaraciones, el jueves se reunió el tribunal popular, que ha estado deliberando hasta que, pasado el mediodía del viernes, se convocó a las partes para leer el veredicto.