Castelló monitorizará bioindicadores en la Marjaleria para conocer el impacto de la regularización de las viviendas en la flora y la fauna de la zona. Lo hará como parte de la estrategia para desarrollar el programa Restauración ambiental y mejora del paisaje en el ámbito de la Marjaleria, que impulsará la concejalía de Transición Ecológica con los objetivos finales de definir la ordenación paisajística de la zona, recuperar y realzar los espacios de mayor valor y ganar en conectividad con los espacios ya ordenados.
«El Plan General abre un nuevo tiempo para la gestión de la Marjaleria más racional y sostenible que el Plan Especial», indica Fernando Navarro, concejal de Transición Ecológica. «Ahora también tenemos, por obligación de la Generalitat valenciana, que monitorizar el estado ambiental de la zona para saber si las minimizaciones de impacto están logrando equilibrar el uso residencial con las características de espacio natural», añade al respecto.
El nuevo Plan General Estructural de Castelló contempla para la zona un desarrollo «contenido y blando», donde el suelo urbano se ciñe a lo ya consolidado, limitándose las actuaciones a pequeñas obras e infraestructuras. En paralelo, para las edificaciones consolidadas existentes en suelo no urbanizable, se prevé la minimización de sus impactos mediante planes especiales en cumplimiento de la legislación urbanística actual.
El programa
En concreto, el futuro programa de paisaje pretende, según el informe de necesidad municipal, «la mejora de la calidad del paisaje en su conjunto en área con muchos y diversos valores ambientales, en la que se han detectado innumerables conflictos sobrevenidos por la excesiva antropización del entorno, pero también innumerables recursos de tipo ambiental, cultural y visual que se deben poner en valor».
Entre las cuestiones a resolver --una condición impuesta en la declaración ambiental al Plan General- están los problemas de vertidos, riesgos de inundación y afección a especies protegidas. En este ámbito, con esta actuación inicial se delimitarán zonas para preservación de los hábitats de las especies, que incluyen aves, peces, reptiles, anfibios y pequeños mamíferos. En algunos casos se realizarán hasta veinte estaciones de censo.
Entre los objetivos también asoma la creación de hábitats para especies con débil presencia -- que se reconocen de interés para la zona-, un plan de vigilancia, un proyecto de reintroducción de especies extintas y la delimitación de recorridos de biodiversidad.
