El Periódico Mediterráneo

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Era una petición de la Asociación de Vecinos de Rafalafena

La Justicia desestima la suspensión cautelar de la obra de la avenida de Lledó

La magistrada que no quedan demostrados los supuestos daños y perjuicios

Las obras de mejora de la avenida de Lledó comenzaron este mes y está previsto que acaben a finales de año. Gabriel Utiel

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Castellón ha desestimado la solicitud de la Asociación de Vecinos de Rafalafena de suspender cautelarmente las obras de la avenida de Lledó. El auto, al que ha tenido acceso Mediterráneo, considera que la demanda «en ningún momento» concreta los supuestos daños y perjuicios que sufrirían los comercios de la zona ni los motivos por los que durante la actuación «deberían cerrar todos». En definitiva, la magistrada considera que la única conclusión posible es «desestimar la solicitud de la medida cautelar interesada» por la asociación que preside Vicky Amores, «al no apreciar la concurrencia de los presupuestos necesarios».

El auto explica que la AVV de Rafalafena interpuso un recurso frente a la desestimación, «por silencio administrativo», de las solicitudes presentadas al Ayuntamiento de Castelló contra el proyecto de remodelación, pidiendo como medida cautelar la paralización de las obras. La justificación de esta medida se basaba en «la vulneración», por parte del consistorio, «de los principios recogidos en la legislación de contratación» y «la falta de requisitos» para obtener los fondos europeos que cofinancian la actuación.

El recurso alegaba como «perjuicios irreparables» que una vez finalizada la obra la reversión sería imposible, así como el coste para los comercios que tendrían que cerrar durante la remodelación y la resolución pendiente de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo.

Falta de acreditación

Para denegar esta petición, la magistrada sostiene en su auto que «en ningún momento» se concretan «daños y perjuicios que podrían derivarse» si no se adopta esa medida cautelar, «más allá de la genérica alegación» de que «la reversión no sería posible», o que «los comercios de la zona sufrirían importantes pérdidas económicas debido al cierre durante la ejecución de las obras sin concretar a cuánto ascenderían las mismas, siquiera hipotéticamente». Tampoco se acredita, entiende la magistrada, por qué «durante el periodo de obras deberían cerrar todos los comercios». Por contra, el Ayuntamiento «acredita que habiendo sido concedida la subvención», la suspensión «podría suponer» su pérdida (1,7 millones). 

Por todo ello, al verse vulnerado el interés general en caso de parar la obra, se desestima la medida cautelar. Las costas de la tramitación correrán a cargo de la parte demandante y la resolución es susceptible de apelación

La zona ganará unas 200 plazas al aparcar en batería 

El portavoz del equipo de gobierno, José Luis López, concretó ayer una de las peticiones vecinales que se aplicarán con éxito en torno a la reforma de la avenida de Lledó. Explicó que se generarán «unas 200 plazas» de aparcamiento al cambiar la configuración: serán en batería en lugar de en cordón. Se ubicarán en la zona de las calles Carlos Fabra Andrés y María Rosa Molas y su entorno, y son parte de la ‘salvación’ de los huertos urbanos que, en un principio, iban a acoger aparcamientos. Mientras tanto, las obras en la zona del vial más próxima a la Basílica, siguen su curso.


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