Castelló podría contar con menos chiringuitos este verano porque, a día de hoy, los empresarios responsables de estos servicios todavía no conocen la fecha en la que podrán abrir. Las administraciones (local, autonómica y nacional) aún no han solucionado el problema con el que se encontraron el pasado año y que motivó que estas instalaciones abrieran en julio (en lugar del 1 de junio) debido a la calificación de la playa por la existencia del chorlitejo patinegro en las playas del Gurugú y el Pinar, con el consiguiente malestar empresarial, que demandan poder abrir el uno de junio para rentabilizar la concesión.
«La instalación de chiringuitos corre peligro porque habrá algunos que a partir del 1 de julio no monten», afirmó el empresario Juan Lozano. En el mismo sentido se pronunció Enrico Grossi, quien afirmó que aunque el consistorio ha mostrado mucho interés en solucionar el problema, «necesitamos saber ya la fecha de apertura para poder contratar al personal necesario porque entre todos suman más de un centenar».
Reunión con Costas
Y con el fin de ampliar la temporada del 1 de junio al 30 de septiembre, y propiciar el cambio de calificación de estas dos playas (Gurugú y Pinar), el concejal de Urbanismo, José Luis López, y la concejala de Turismo, Pilar Escuder, se reunieron ayer con responsables del Servicio Provincial de Costas del Ministerio de Transición Ecológica. Para ello, esta administración deberá contar con informes de dos departamentos de la Generalitat (la Dirección General de Medio Natural y de Evaluación Ambiental y el Servicio de Costas de la Generalitat). Por este motivo, y al objeto de seguir explorando alternativas para poder ampliar la temporada, el Ayuntamiento de Castelló solicitará una reunión próximamente con estos dos departamentos autonómicos. Se trata de intentar que todos los chiringuitos abran a primeros de temporada.
Por otra parte, López y Escuder abordaron también en este encuentro el proyecto de remodelación de la avenida Ferrandis Salvador desde el camí la Plana hasta el camí la Ratlla. Una iniciativa que, a más largo plazo, podría permitir reubicar los chiringuitos en el paseo y, con ello, ampliar la temporada sin tener que depender del plan de explotación de playas.
