Conductores y vecinos que recorren de forma habitual el camí la Mota, en los márgenes del Río Seco desde la rotonda de los Caballos hasta el Serradal, están que trinan. Llegar de un extremo a otro en vehículo se ha convertido en una odisea debido a los múltiples socavones que, en las últimas semanas se han hecho más evidentes debido a las lluvias y a la falta de mantenimiento.
«Esta zona está en un estado do deplorable, llena de baches muy profundos, en algunos sitios de 20 ó 25 centímetros y esto hace que la circulación sea problemática e incluso peligrosa, ya que hay que ir esquivándolos y haciendo cambios de carril de forma continua», denunció un vecino a este diario. Un malestar que es común a otros castellonenses que han acudido a este diario para referirse a esta misma situación.
A este respecto, el concejal de Urbanismo, José Luis López, reconoció el mal estado en el que se encuentra este vial «que soporta más tráfico del que estaba previsto porque en un principio estaba destinado a uso de la CHJ». Una situación a la que, si se suman las últimas precipitaciones, hace que el «asfalto se deteriore». «Ahora se está haciendo una intervención para repasar los socavones más importantes para reforzar esa calzada», explicó López. No obstante, el concejal también detalló que, debido al mal estado que presentan estos carriles, «vamos a comenzar a preparar el proyecto de asfaltado para lo que tendremos que buscar fondos económicos».
¿Más presupuesto?
Por el momento, la junta de gobierno local adjudicó ayer el suministro de áridos para las brigadas municipales que realizar pequeñas obra y reparaciones. Además, el consistorio cuenta con un contrato de mantenimiento de la vía pública y un Plan de Asfaltado de Viales dotado con 500.000 euros y que tienen previsto aumentarlo con 250.000 euros más.
