Sergio Ortega es un chef de los que aporta variedad y prestigio a la gastronomía castellonense. Enamorado de la cultura asiática, cumplió su sueño cuando inauguró Izakaya; un espacio inspirado en las típicas tabernas japonesas que sirven tanto comidas como bebidas tradicionales del país nipón.

Su local, que se encuentra en el centro de Castelló, ha sufrido un acto vandálico que ha llenado hasta los topes la indignación y la impotencia de Sergio.

Se trata de un acto incívico muy poco productivo que ha dañado la cuidada fachada de Izakaya, en la que hay dos geishas, reproducidas por el artista urbano David Ruiz, que dan fuerza y caracterizan un ambiente asiático que se multiplica cuando cruzas las puertas del restaurante.

Fachada de Izakaya antes de el acto vandálico

Una pintada que destroza el mural

Su sorpresa fue cuando este jueves se encontró a una de las geishas con un bigote dibujado.

Sergio, que también recurrió a sus redes sociales para canalizar su ira, nos comentaba que: "Me indigna, porque es un acto que no aporta nada a nadie y solo es hace daño. Es increíble que alguien encuentre motivación para estropear un trabajo artístico como este sin tener ninguna recompensa por ello".

El chef asegura que: "No sospecho de nadie, y tampoco creo que sea un acto premeditado. Simplemente pienso que alguien iba con unas cervezas de más o en su defecto que eran niños que no son conscientes del daño que provocan sus acciones".

Un coste adicional

Ahora el propietario calcula que la reparación puede suponer un gasto de unos 300 o 400 euros, porque aunque el artista David Ruiz ha buscado una rápida solución para disimular el daño, es muy probable que se tenga que recurrir a un trabajo más dedicado para recuperar el estado original de la obra.

Sergio se plantea apoyarse en las diferentes cámaras de vigilancia que hay por la zona para intentar dar con los autores de este acto vandálico.