El Periódico Mediterráneo

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Denuncia vecinal

La Policía Local estableció vigilancias periódicas por las quejas en Maestría

Castelló comenzó hace dos años esta labor por las protestas de vecinos de la zona

Pelea en el barrio. Mediterráneo

La Policía Local de Castelló lleva dos años realizando «vigilancias periódicas» en el barrio de Maestría de la capital de la Plana, a raíz de los conflictos que denunciaron ayer en el periódico Mediterráneo varios vecinos de la zona. Fuentes municipales indican que las principales quejas vecinales de las que tienen constancia están motivadas «por el ruido y las molestias que generan las aglomeraciones en algunas terrazas, así como por suciedad en los aledaños de algún centro educativo».

Los residentes del barrio denunciaron públicamente la situación que les toca vivir durante los últimos años en esta conocida zona de Castelló, que comprende desde la Ronda Mijares hasta la Gran Vía, y desde el Parque del Oeste al Hospital Provincial. Más de trescientas llamadas a la policía en dos años, «hartos de peleas, drogas y prostitución»... son algunas de las quejas.

Puntos conflictivos

La Asociación de Vecinos de Maestría, por su parte, señala como puntos especialmente conflictivos «cuatro prostíbulos declarados que conoce la policía y dos bares que son muy problemáticos».

Aseguran los residentes consultados que en uno de estos establecimientos conflictivos, donde se han grabado incluso peleas, «se venden artículos robados, se trafica con drogas y se consumen grandes cantidades de alcohol en la calle».

Esta problemática está afectando, añaden, a niños y mayores que residen en el barrio de Maestría. «Los alumnos del colegio Ejército tienen que ver cómo trapichean con droga casi a la puerta del centro, y cómo hay peleas a diario con borrachos y drogadictos», explican como ejemplo particular. Además, según apuntan los residentes, «aquí viven muchos ancianos que no están tranquilos viendo cómo esta zona se degrada, crece la inseguridad y el ruido».

Amenazas

Estos mismos vecinos, asimismo, subrayan que prefieren denunciar estos hechos de manera anónima, por miedo a represalias. «Hay hasta amenazas a los vecinos para que no digamos cuál es la realidad», comentan. 

Al mismo tiempo indican que han enviado «continuos escritos» al ayuntamiento para que tome cartas en el asunto. 

La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento, Begoña Carrasco, pidió ayer una reunión con la alcaldesa por esta situación. «El equipo de gobierno no puede seguir ajeno al aumento de la delincuencia en la ciudad del que venimos alertando desde el año pasado, urge la reunión que la semana pasada solicitamos a la alcaldesa. Este es para nosotros un asunto prioritario que no se está abordando», indicó Carrasco.  

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