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EN CUMPLIMIENTO CON LA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA

Conselleria amaga con un contencioso si no renombran las calles franquistas de Castelló

La medida sería largo plazo en el caso de que Castelló no varíe el callejero por falta de acuerdo. La ejecutiva del PSOE respalda el consenso al que quiere llegar el grupo municipal

Placa que marca la calle dedicada a Carlos Fabra Andrés. GABRIEL UTIEL BLANCO

La Conselleria de Calidad Democrática advirtió ayer que, en el caso de que el Ayuntamiento de Castelló, por falta de acuerdo en los nombres sustitutos, no cambie el nomenclator de las seis calles y plazas franquistas podría abrir, a largo plazo, un contencioso administrativo contra el consistorio.

El objetivo de este recurso sería hacer cumplir la Ley de Memoria Democrática ya que las denominaciones de Carlos Fabra Andrés, Herrero Tejedor, Santos Vivanco, Cronista Revest, Arquitecto Traver y Sánchez Gozalbo tienen que retirarse sí o sí al estar incluidos en el catálogo de vestigios franquistas de la Guerra Civil de esta administración autonómica y tratarse de un acuerdo de junta de gobierno local. De esta forma, en el caso de que el debate actual entre el PSOE y Compromís sobre los nuevos nombres que los sustituirían se enquiste y los seis franquistas se mantengan a largo plazo, Calidad Democrática actuaría recurriendo a la justicia.

Análisis

Por el momento, y después de que la propuesta de Cultura (Compromís) se dejara sobre la mesa de la junta de gobierno el pasado jueves al argumentar los socialistas que eran seis nombres elegidos de forma unilateral y no por consenso, el documento se sometió ayer a análisis en la ejecutiva local del PSOE. Recordar que los seis nombres que se han propuesto para sustituir a los que hay que retirar son: Isabel Clara-Simó, Beatriz Guttmann, Guillem Agulló, Padre Ricardo, Germà Colón y Empar Navarro.

Durante la reunión que se celebró en la sede de la calle Carcagente, los miembros de la ejecutiva socialista que preside la alcaldesa Amparo Marco y de la que es secretario general Germán Renau y secretario de Organización, José Luis López, respaldó el consenso al que quiere llegar el grupo municipal socialista en lo que se refiere a los seis nuevos nombres.

Un momento de la ejecutiva del PSOE de Castelló, este lunes. ANDREU ESTEBAN

En declaraciones al periódico Mediterráneo, Renau destacó que el partido apoyó la propuesta de los socialistas en el consistorio de que esos seis nombres que sustituirán a las seis calle franquistas se acuerden entre los tres partidos que forman parte del Acord de Fadrell --PSOE, Compromís y Podemos--. «El objetivo de los socialistas es trabajar para llegar a un consenso», afirmó Germán Renau una vez finalizó la reunión.

En lo que el gobierno local no ha mostrado ni una sola discrepancia es en la necesidad de que el callejero tiene que cambiar su nomenclatura en lo que respecta a los seis viales y plazas que forman parte del catálogo de vestigios, después de haber autorizado la salida del mismo de tres nombres: Segarra Ribés, doctor José Clará y Vicente Altava. Por este motivo, estos conservarán su calle. 

El PP exige al Acord que el cambio del callejero se vote en el pleno

El grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Castelló quiere que el cambio de los nombres de las calles franquistas se vote en sesión plenaria con el fin de que todos los grupos políticos con representación municipal puedan posicionarse formalmente al respecto. Así lo explicaron ayer fuentes municipales, tras la polémica suscitada con la propuesta de la concejalía de Cultura (Compromís) quienes insistieron en que la alcaldesa de Castelló afirmó la semana pasada, tal y como publicó este diario, que el texto que recoge los cambios en el nomenclator de las seis calles y plazas franquistas de la ciudad era una decisión de Compromís y no del conjunto del gobierno municipal. En este sentido, el grupo municipal del PP solicitó ayer los acuerdos oficiales de gobierno en los «que todos los partidos pactaron dichos nombres ya que la edila de Cultura dijo que la propuesta que recoge los seis nuevos es fruto del consenso de todos los partidos políticos firmantes del Acord de Fadrell». 

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