El Grau se volcó en el día grande de su patrón, Sant Pere, tras dos años de pandemia en los que la venerada imagen no había podido procesionar por el distrito marítimo de Castelló. La Cofradía de Pescadores fue la encargada de que los actos religiosos en honor al santo se desarrollaran con gran emotividad y sentimiento. La misa, la ofrenda y la tradicional procesión marinera rindieron un sentido tributo al patrón.

«Hay mucha ilusión por poder programar de nuevo los actos con normalidad, aunque la misa siempre se ha hecho en los últimos años, aunque con restricciones», explicó el secretario de la cofradía de Sant Pere del Grau, Manuel Albiol. Sin duda, muchos pescadores debieron ayer alzar su ruego al santo en un momento más que complicado para el sector por el alza del precio del combustible.

Misa mayor de Sant Pere. ANDREU ESTEBAN

El primero de los actos marcados fue la misa con la presencia la teniente de alcaldía del Grau, Mary Carmen Ribera, el concejal de Fiestas, Omar Braina; así como las reinas del distrito marítimo, Miriam Hidalgo y Marina Torrent; y las reinas de la Magdalena, Carmen Molina y Ga·la Calvo, entre otras personalidades. Tras la celebración religiosa se disparó una mascletà a cargo de la pirotecnia Peñarroja, quien también se encargó del castillo de fuegos artificiales tras la procesión.

Mascletà de Sant Pere. Mediterráneo

Antes de la comitiva tuvo lugar la emotiva ofrenda a Sant Pere en su iglesia. A continuación, llegó el momento de la procesión marítima en la que el patrón de los marineros estuvo arropado por centenares de graueros que le mostraron su fervor y agradecimiento; y presidida por autoridades como la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco; y el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí. 

Gran participación

Las fiestas de Sant Pere alcanzaron ayer su ecuador con una gran afluencia de público a los actos. En total, hay más de 200 actividades programadas. «Hacemos un balance positivo, ya que los vecinos están saliendo a la calle y participando», explicó Braina, quien destacó que Castelló haya podido recuperar por fin las fiestas graueras. «Sant Pere es una fecha muy especial para el Grau, es el día grande y se vive con emoción después de dos años», apuntó ayer Ribera, quien animó a disfrutar y a vivir las fiestas a toda la ciudadanía «porque son unos días para el reencuentro y la convivencia».